Vistas de página en total

domingo, 25 de abril de 2010

Máscaras, plástico, sombras…

Esto es el resultado de un breve análisis mientras me estaba bañando. Es simple y sencillamente lo que puedo decir acerca de algo que simplemente no me va ni me viene en su totalidad sino sólo en parcialidad.

Lo que estoy escribiendo es un tema por todos tocado, por pocos estudiado, por los menos reflexionado y por los más vivido. ¿De qué jodidos hablo? De lo que nos hace sentir bien por pocos momentos, lo que nos hace sentir más que los demás, lo que mostramos ante los demás, lo que NO somos.

Caminando por los pasillos de la universidad vi abundancia, sonrisas, risas, materia, estados emocionales “plenos”. Observé necesidad, envidia, falacias… Seguí caminando, saludé a uno, dos, tres, cuatro. Abracé a uno más y se terminó el recorrido. Súbitamente me detengo a oír una conversación que llamó mi atención: “Es que wey, no mames, el fin wey estuve pistee y pistee. ¿Tú sabes, no? Un vinito, unas damas, poca madre todo, chingón wey, le paramos a las seis de la mañana wey. Y es que no me vas a creer wey, ¡Fácil me tomé unas 2 botellas yo solo!”. Hacer mención de quién dijo esto no vale la pena, posiblemente fui yo. Cada quien le puede poner autor al discurso anterior. Días después esa misma persona me dijo que en sí él vivía de una manera terrible: con problemas en casa, con sentimientos frustrados, con rechazo, muy mal.

Vaya paradoja. Él cuando se refiere a los demás generalmente lo hace de una manera despectiva, burlesca, ofensiva y lo más curioso de todo: demuestra una seguridad en sí mismo que ciertos políticos envidiarían. En fin, no quiero hablar más de él, sino de lo que implica.

Cuando uno está en una situación de auto conocimiento es normal probar con muchas cosas: la onda de la paz, los distintos gustos musicales, la onda de la lectura, la peda, las drogas, lo momentáneo, lo irregular y lo peor de todo: LO MATERIAL. Todo lo anterior me cuadra perfectamente, inclusive lo material. Es una situación de introspección chafa en la que buscamos una seguridad totalmente aparente que se ve reflejada en lo que consumo, en lo que traigo puesto, en lo que manejo…resultando siempre en una total desesperación y en un arrepentimiento por haber dejado algo que fue real y palpable.

¿A caso uno ve eso en sus padres? No, pero de los errores se aprende. Aunque muchas veces nos salga carísimo. ¿De qué sirve tener en mi muñeca izquierda un Rolex Daytona o un Mido Commander? Pues sólo de pose porque un Casio con calculadora bien me da la misma hora. Maldición, creo que no es tan complicado que me entiendan. Por favor NUNCA DEJEN A SUS VERDADERAS AMISTADES, AQUELLOS QUE TE HACEN SENTIR BIEN CUANDO LO NECESITAS, LOS QUE TE DAN UN REGAÑO CUANDO TE LO MERECES, A LOS QUE TE DA GUSTO VER….SÓLO POR TENER UN RANGO SOCIAL AL QUE NO ES QUE NO PERTENEZCAS SINO QUE SIMPLEMENTE NO TE VA BIEN.

Si alguien tiene un conocido en esta situación, mándenle este texto. Chance les sirva. Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo. L. Tolstoi

No hay comentarios:

Publicar un comentario