Por eso digo que el culto a la Santa Muerte es una parte fundamental de la parte espiritual en los tepiteños. Ese culto debe ser un tanto productivo puesto que si bien es cierto que no sé nada del mismo, digo productivo porque hay muchas personas que siguen este tipo de creencias espirituales. Ahora bien, el catolicismo dentro del barrio es una parte clave puesto que todavía hay gente adulta que persiste en su fe ciega y verdadera ante los santos católicos.
La verdadera intención de esta presentación es recalcar la modernidad religiosa que tienen algunos jovenes habitantes y comerciantes del barrio. Ahora los paleros, santeros y babalwos desgraciadamente han acaparado la atención de los comerciantes. Digo desgraciadamente porque esos cultos difícilmente son bien empleados y bien acatados, tras una investigación documental he revisado que los fines de estas cuestiones afro cubanas son salud y bienestar. Así podemos ver que los fieles a estas religiones las usan para otros fines totalmente distintos a los originales.
La gente de tepito es única por la espontaneidad y esa chispa pero hablar de religiosidad es complicado porque esas personas tienen tanta fe o más que cualquier otro ciudadano. Muchas veces los comerciantes o el hampa se encomienda a sus santos dejando la voluntad totalmente de lado, tirándose a la fe. Verdadero o incorrecto sólo ellos lo podrán decir.
En fin, es más complejo de lo que se imaginan hablar de religión en cierto espacio geográfico puesto que esa pluralidad cultural y racial hace que exista más de cinco o seis cultos dentro de una comunidad. La verdadera pregunta es ¿Dónde empieza y dónde termina el barrio? No lo sé porque ser del barrio debe significar algo muy importante, si no me creen pregúntele a cualquier persona que no viva dentro del DF que si ha escuchado hablar de Tepito.
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