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martes, 27 de diciembre de 2011

Cómo no conquistar a una mujer.

Este que están a punto de leer es un texto atípico puesto que por lo general es hasta cierto punto normal leer catálogos de cómo hacer o qué hacer pero nunca al revés, es decir, qué no hacer pero alguna vez le escuché a una persona a la que le tengo mucho aprecio que antes de saber qué quería hacer de su vida tenía perfectamente claro que era lo que no quería ser ni hacer. Es por eso que con demasiado atrevimiento intentaré hacer un tipo de listado de acciones y omisiones también que llevará a cualquier hombre y ¿por qué no? A cualquier mujer a conquistar a una dama, hembra, vieja, princesa, fémina…o cualquier adjetivo tan poco atinado o altamente refinado que gusten ustedes.

Existe una ley universal que enuncia la imposibilidad de hacer homogenizaciones de las especies puesto que el más mínimo de los detalles hace diferente o distinto al otro de mí y a mí de aquel así es que hablar de la o de las mujeres en general es tan complicado como decir que todos los hombres somos iguales (frase célebre de muchas mujeres).

Así es que sin más será conveniente dirigir éstas palabras a cierto sector de mujeres para que no se sientan ofendidas o aduladas creyendo que esto va dirigido particularmente para alguien. Aterrizando todas y cada una de las ideas que he ido trabajando me he podido percatar de muchísimas cosas que al parecer son superfluas pero en realidad son tan o mucho más importantes que tener el control remoto de la televisión para muchos hombres.

¿Cómo no se conquista a una mujer? No se conquista a una mujer siendo ordinario, es normal que a las mujeres no les guste el hombre promedio porque es normal que cualquier humano siempre quiere más, es decir, si ustedes le preguntan a una mujer sin novio, esposo o pareja por qué no sale con tal o cual persona que a ojos de los demás es humilde o sencillo les va a contestar con un grandioso: no es mi tipo y en el peor de los casos dirá porque es un X.

No se conquista a las mujeres siendo honesto, claro está y esto me lo he preguntado y lo he preguntado muchas veces a demás hombres y mujeres el motivo de la constante búsqueda de lo que en realidad no quieren encontrando una respuesta tan retórica que da miedo, ¿Cuál es la pregunta-respuesta?...yo también me lo pregunto.

El tipo que es aburrido no tiende a ser atractivo a los ojos de los demás, no solo de las mujeres, puesto que es normal que alguien que no tiene mucho por decir tampoco tiene para dar. Siendo un terrible error porque bueno, este apartado creo que merece ser mencionado al final del texto para rematarlo.

No se conquista a las mujeres con pobreza, ya Ovidio habló del contrapeso del dinero en las “competencias” por la mujer pero es un enemigo tan grande que los detalles de corazón son tan poco valiosos como las monedas de 5 centavos. No se es agradable ante las damas siendo caballerosos porque terriblemente ahora al ser servil se le toma en calidad de esclavo-paria de los demás.

Se debería conquistar con cuestiones de afinidad pero ahora la afinidad se reduce a un encuentro casual en algún lugar nocturno o en el peor de los casos pegados frente al monitor de una computadora, lo que nunca pega es llevarle la contraria a las mujeres porque quién sabe porqué ellas siempre tienen la razón en todo y aún cuando uno sabe que la tiene debe callar porque ir contra la palabra de una mujer es ir contra todo su ser.

No se conquista a una mujer insultándola. Esta sí es universal y atemporal porque más adelante y ya enojadas o enojados verán el matiz que toma esto, pero un insulto a una mujer es tan penado moralmente que bien se debería castigar con la ley del hielo (la más cruel de todas las leyes creadas por el ser humano,creo que esta pertenece al derecho divino).

Jamás se conquista vistiendo mal, en una ciudad donde todo resulta aparente lo peor que nosotros los hombres podemos hacer es no estar a la moda…¿moda? Bueno, cuando el concepto moda se reduce a Zara, Ray-Ban o Polo considero que habrá que ponerse a revisar las tendencias y todas esas ondas, cuestión que me hace pensar en la utilidad de las cosas.

No sirve eso de ser inteligente puesto que lo smart guys normalmente son tan típicos que gustan de cosas tan irrelevantes como un libro. Tampoco funciona no tomar o hacerlo en moderación porque en verdad que los fines de semana se hicieron para terminárselo en copas y emplearlo con amistades por conveniencia.

Algo que jamás servirá es lo axiológico, y hablando de axiología eso de las palabras rebuscadas no impacta en nadie aunque este tipo de vocablos sean universitarios hay ciertos profesionales que no saben lo que significa, obviamente mucho menos lo que implica.

Yo bien sé que a estas alturas del texto muchas o casi todas las mujeres que lo están leyendo mínimo me están tomando de inexperto y muchos hombres se están riendo o mínimo sonriendo pero a lo que voy en verdad es que las etapas en los seres humanos están dividas por acontecimientos y la mujer a la que estoy describiendo arriba está alrededor de los 17 y los 24 años, obviamente no todas las que están en este rango se ven reflejadas en este texto y es por una sola razón, casi seguro estoy que todas ellas ni siquiera pueden leer más de 3 hojas Word porque simplemente es aburrido saber.

Esos acontecimientos de los que hablo casi siempre son muy marcados en la mujer, específicamente la mujer que ha sufrido un engaño o maltrato de cualquier hombre queda marcada como víctima y cambia todo su escenario dejando de buscar al prototipo Ken (el de Barbie) porque saben que no hay mucho que escuchar o compartir con esa persona que en realidad tiene todo lo que tiempo antes deseaban…verdadero o no, esto tiene todo de cierto.

Esperando leer muchas reacciones de mujeres enojadas ante este texto, realmente lo que me gustaría es ver y no leer. Es tiempo de abrir los ojos…lo siento no me hagan caso, quién soy yo para decirles lo que deben o no hacer al final al que le guste la mierda que siga en la mierda.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Confesión de un consejero.

Para quien tiene seguimiento de lo que hago o dejo de hacer, bien pudo haberse dado cuenta que hacía ya tiempo que no escribía. Gran parte de eso se lo puedo atribuir a mis terribles labores universitarias y otras tantas a las netamente laborales sin embargo debo confesar que no había tenido algo significativo o propicio que me causara asombro; nada más que una noticia que cambió mi percepción (subrayo percepción porque esa palabra significa mucho para quien seguramente leerá esto) de manera tan contrastante y definitiva que incluso ahora mismo sigo definiendo y defendiendo mi postura ante eso: la paternidad.

Hace ya casi un mes o poco más, uno de mis mejores y lejanos amigos me comentó sobre la grandísima noticia que su, hasta ahora novia, se encontraba en estado, es decir, embarazada. En verdad que haber leído eso me conmovió hasta el punto de la cristalización de uno de mis ojos puesto que en aquel altísimo amigo mío siempre vi no solo la estabilidad espiritual sino la proyección misma de las posibilidades del alma, la libertad de nosotros los seres humanos, veía un ejemplo de vida.

Él me comentaba que haber recibido esa noticia lo tenía a flor de piel y que no estaba confundido por el hecho de esperar un hijo sino que supongo que a todos nos pasa lo mismo cuando, por primera vez, nos dicen que seremos padres o madres y es justamente de eso sobre lo que quiero escribir unos cuántos párrafos.

Esta vez, éstas letras no estarán dedicadas a una persona cierta. Esta vez van dedicadas a ese nene o a esa nena que todavía no tengo en mis brazos, a ese bebé que me despertará todas las noches restantes de mi vida, al producto del amor entre su madre y yo, a la prueba más palpable de la existencia de Dios, a quien mi abuelo hubiera querido tener entre sus brazos, al niño que terminará de cerrar mis días de fiesta, al deseo más grande que ahora mismo tengo, al que dirán que se parece a su tío, al que si de algo nunca carecerá será de amor, del que tengo la certeza que será mejor hijo que yo, mejor escritor que yo, mejor deportista que yo, mejor estudiante que yo, mejor persona.

Sé que todavía no duermes conmigo, ni que eres palpable hasta ahora pero como decía arriba espero que llegues en el momento indicado puesto que ahora tengo la madurez para tener un compromiso vital, uno tan grande y hermoso como tú. Quisiera encontrar una madre para ti con mis convicciones, quisiera que comprendiera lo que hago pero solo el tiempo y las circunstancias dirán quién será aquella mujer en la que estarás alrededor de nueve meses…siendo sincero contigo me gustaría que esa persona a quien llamarás mamá tenga siempre presente que es la madre del ser más maravilloso para mis ojos.

Han pasado varios días que entre líneas he comentado con mis cercanos la idea de tener un hijo pero hasta el día de hoy domingo 11 de diciembre del 2011 (una de la mañana) no tengo siquiera la cercanía de hacerte realidad y que sepa la gente que no te estoy buscando a toda costa pero la verdad es que en los escenarios que he estado últimamente creo que ya no me pertenecen ni yo a ellos. Debes saber que tu padre tiene un compromiso muy grande con mucha gente y que esa gente alguna vez te hará saber qué tanto les he ayudado, debes saber también que me he perdido de muchas cosas materiales porque esa ha sido mi decisión, no creas hijo que soy perfecto, también soy ser humano y me he equivocado incontables veces pero que día con día trato de corregir lo malo, otra de las cosas que debes saber es que tengo en tu abuela, tío y bisabuela grandísimos ejemplos de cariño, mismo que seguramente el día que leas esto dirás que has recibido a montones porque si de algo estoy seguro es que no seré el padre perfecto puesto que el único que merece ese calificativo es Dios mismo.

Seguramente la gente que lea esto se confundirá pensando si realmente este es mi sentir y no tienen motivo para hacerlo porque aquellos que son padres me darán la razón al enunciar que no hay palabras más honestas y verdaderas que las que se le dicen a un hijo y aunque tú todavía no existes, haciendo honor a la verdad tengo el conocimiento que estás escrito y descrito en mi historia de vida.

Tu padre es una persona que la gente cree atípica y en verdad que así soy porque tengo hasta hoy actitudes incomprensibles a los ojos de la multitud pero en la vida he pasado muy malos tragos, pero hoy con veintidós años he visto mi primer gran sueño hecho realidad y no te estoy hablando sobre que egresé de mis estudios universitarios sino de algo de lo que estoy seguro serás tres o cuatro veces mejor que yo.

No veo el día en que nazcas, ya quiero llevarte de la mano a la escuela, quiero verte sonreír, haré todo lo posible porque nunca nos veas a tu madre y a mí pelear, deseo enseñarte a amarrar tus agujetas, a mostrarte cómo tirar una pelota de baloncesto, a respetar a tus mayores, a decir hola y adiós, quiero jugar videojuegos contigo hasta que tu madre se enoje con los dos, quiero escucharte por las mañanas decirme buenos días pa, quiero que te equivoques, necesito ver cómo te esfuerzas por lo que quieres, cuidarte los días que te enfermes, cargarte sobre mis hombros hasta que ya peses tanto que no te aguante, ya no puedo escribir más porque puedo echar a volar más mi imaginación y creo que no es tan conveniente por ahora.

Hijo mío, soy una persona muy feliz y entregada a mis cuestiones pero si hay algo que me hace falta en esta vida y de lo que estoy seguro es que algún día nos veremos de frente y con mucho amor diré que eres mi hijo. Esto seguramente será divulgado en algún lugar y con suerte en una publicación pero lo que me interesa es que dentro de mucho, muchísimo tiempo leas aquello que a muchas personas les cuesta demostrar y describir.

No puedo hablar por los demás pero sí por mí e hijo mío ten por seguro que en mí verás un amigo, un ejemplo, un ídolo, un superhéroe y todo lo que quieras ver porque si tengo otra gran petición por hacerle a los Santos es tenerte en mis brazos el día más acertado y con la mujer más idónea. Creo que estoy exagerando mucho, pero de metas vive el hombre y tú eres una de esas que tengo en mi proyecto, uno que no puede concebirse sin tu existencia.

Si algún día me equivoco en mi hacer o en mi pensar te ofrezco una disculpa de todo corazón pero te juro que trataré que nunca sea así porque por ti y por la que sea tu madre haría todo lo posible por verlos felices mas si en ese intento fallo, entérate que seguramente fueron circunstancias externas las que me hicieron fracasar. Hijo mío, un texto siempre termina con un punto final pero yo no estoy dispuesto a ponerlo si la última sentencia no termina con un: felicidades, es usted el padre de un hermoso bebé. Hasta pronto.

PD. Esa persona tiene razón al decir que la sequía de ideas es la lluvia de inspiración

lunes, 10 de octubre de 2011

Feliz no cumpleaños.

Dice ella: Y yo que pensaba que los medios de comunicación no iban a afectar nunca mi vida acabo de darme cuenta de que sin Internet ni crédito estoy más lejos de ti, y en cierta forma me afecta porque sé que fue tu cumpleaños y aunque no te felicité quiero que sepas que lo recordé, te tengo anotado en una libreta donde anoto cosas importantes, pero también quiero que sepas que siempre pienso en ti.. y que talvez tu cumpleaños sea el día importante para recordate lo mucho que significas para mi.. pero ten en cuenta que en mi vida eres una gran parte, alguien a quien no veo mucho.. pero que aprecio, no necesito un cumpleaños para pensar en ti, porque has de saber que cada que alguien menciona algo de basketball o algo que tenga relación con lo que escribes en tu blog o que hablen de leon, estás presente. No tienes idea lo mucho que te admiro y lo que me gustaría aprender de ti…

Todo este tiempo desde que leí lo que me enviaste se redujo a un “no saber qué escribir ni cómo hacerlo” a veces pensaba en escribirte o algo y me detenia la idea de alejarme mas de ti y de que pensaras que soy mala escribiendo o de no poder realmente decirte lo mucho que te aprecio, pero creo que ya no puedo estar mas lejos.Sólo quiero que sepas que me acuerdo perfecto el día que te vi… Nuestro profesor de educación física se llama #$&/)=" y te decía ?*¨[¨$%##" y desde ese momento me pareciste interesante, era impresionante como a esa edad siendo tan pequeños podrías parecer tan misterioso e inteligente… además claro de tus dotes deportivos que me dejaban boquiabierta…

Pasó el tiempo y no fue hasta 1 ero de secundaria que me moría por ti,te veía todo el tiempo con tus amiguitos de mala fama por drogos pero si.. al final anduvimos … y me acuerdo perfecto que lo primero que me preguntaste fue “Cual es tu perspectiva de la vida” y me quedé en blanco porque nadie había usado una palabra (en ese entonces) tan rebuscada y nadie me había preguntado algo así… intimidante pero a la vez atractivo me contestaste algo muy sabio..y en ese momento fuiste la primera persona que me enseñó que no todo en la vida eras cosas vanales si no que había diferentes formas de verla.


Suena tonto pero fuiste el primer niño que me gustó y aunque duró poco me da gusto que podemos seguir en contacto a larga distancia y que talvez no sé mucho de ti ya… sé lo suficiente para saber que eres una gran persona que da buenos consejos que se preocupa por otras personas y que tiene un talento inigualable. Te digo que te quiero porque se lo que implica decirlo y porque veo en ti a una persona con mucha visión e inteligencia.. eres crítico y objetivo pero a la vez eres tierno y me impresiona la persona que eres…No te voy a pedir que nunca cambies porque todos cambiamos, el tiempo, las situaciones todo nos cambia en cierta forma… Solo quiero desearte que no dejes esa esencia mágica y misteriosa que te hace ser quien eres.. además de que eres re cagado y eso me cae muy bien de ti.. y lo más importante que nunca me olvides, porque yo siempre me acuerdo de ti.. y les voy a contar a mis hijos de ti ☺



Espero que cuando leas esto no pienses que es demasiado tarde o que me tardé en escribirlo y tampoco que pienses que en mi vida eres sólo unos tres párrafos porque creeme eres más que eso.Feliz no cumpleaños





Dice él: Tengo 22 años y más o menos 10 pensando muchos de mis días en tí. Por cosa de respeto voy a omitir nombres pero sí me gustaría recordarte lugares y momentos...en repetidas ocasiones he intentado engañarme con alguien más sin embargo no logro sino darme cuenta de la grandísima tontería que cometí aquella vez que decidí dejarte a expensas en la banca que estaba en la curva de la pista de la primaria, bien recuerdo que te levantaste y dijiste que regresarías para nunca más hacerlo. El baloncesto me ha dejado unas muy malas en mi vida sin embargo si una debo rescatar es que todo haya nacido por eso; también debes saber que siempre estuve equivocado al pensar que a tí te gustaba alguien más (cuestión que hasta hace poco supe que era yo el que te gustaba). La niña bonita de la cola de caballo, nunca te voy a olvidar.



Misterioso e inteligente...perfecta descripción, sin embargo nunca tuve ni siquiera el atrevimiento de hacerte saber que desde niño pensaba en tí: de qué sirve ser inteligente si eres poco valiente. Mira, después de tí pudieron haber sido tantas o tan pocas pero a pesar del corto tiempo pues ni dudar que sigo pensando en cómo tú pensaras tanto tiempo en mí puesto que la verdad es que no frecuento los lugares que tú, que no llevamos un ritmo de vida igual, que jamás te trataría igual que los demás sino de mejor manera, que entiendo el temor que llevas y la inseguridad que te caracteriza, que veo cosas que nadie más ve en tí, que poco me interesa que estés con alguien porque sé que si hay algo que nos separa es la distancia mas el día que yo esté cerca de tí otra vez nos vamos a ver como esos calurosos días en la fila (distancia por tiempos 1 2 3).



2 años me salí de la escuela en la que estuvimos tanto tiempo, regresé para tomar la peor fama de todas. Sin embargo ahí seguías tú indiscutiblemente eras igual de bonita que cuando niña, todavía recuerdo ese día de kermesse cuando dabas vueltas y nos veías a uno de nosotros, yo les decía a mis amigos que tú te le estabas quedando viendo a uno pero ellos me decían que eso no podía ser, no podía ser hasta que fue...aquel día llovió un poco y me acuerdo que troté un tramo de la avenida esa con nombre de santo para verme en un parabrisas de un camión y preguntarme ¿será cierto?.



Si se trata de no olvidar es un hecho que tanto mis como tus actividades nos separan, los momentos, las personas, los lugares no compartidos y los gestos que quedan al aire nos alejan mucho más de lo que deberíamos estar sin embargo eso en poco tiempo quedará atrás porque hay una nueva buena noticia: regreso al DF, de donde nunca tuve que haber salido. Ahora mi vida ha cambiado y tienes razón en pedirme que poco cambie; y si los niños quieren saber de mí pues eso solo el tiempo lo dirá y acá en la vida cuántas sorpresas uno se lleva.



Nunca es tarde para decir lo que se siente o hacer lo que se sabe, de alguna manera yo lo sabía pero tú también sabes lo que pasa con nosotros y cómo pasa...no eres ni un libro, ni una enciclopedia, eres toda una vida una de esas hermosas vidas.

lunes, 3 de octubre de 2011

¿Y así quieres ser tomada en serio?

Es que en verdad ya no te entiendo, pides una cosa cuando no la sabes dar…ahora yo te pregunto: ¿qué quieres? Ni siquiera lo sabes y sabes la razón por la que no sabes qué quieres, pues porque no tienes ni idea de quién eres. Te enredaste en todos los estratos sociales, estuviste tan arriba que te mareaste y vomitaste luego tan abajo que te dio miedo haber reconocido que nunca perteneciste ni aquí ni allá.


Cuando te ves en un espejo te da coraje reconocer que en unos cuantos años vas a ser lo mismo que nunca quisiste: el fiel reflejo de tu madre. Pero bueno, como bien dice la gente “cada quien tiene lo que se merece” y así como vas dime tú si realmente mereces que alguien te tome como algo serio. Si mil personas conoces, quizá solo cuatro o cinco no te traten con falsedad y preciosa temo decirte que entre esas no está ni mamá ni papá.

Si tus ojos hablaran me dirían todo lo que no espero escuchar, pero también temo que lo hagan porque a leguas se nota el sufrimiento que llevas cargando desde tu niñez. No trates de ocultarme lo que sucede en aquel infierno al que tú llamas hogar, tampoco creas que estoy molesto contigo…para mí es normal escuchar este tipo de cosas y créeme que no eres la única a la que le sucede todo esto que me cuentas.

Escúchame, no puedes pedir fidelidad de tu pareja cuando tú no se la das, tampoco puedes pedir buenos tratos cuando ni siquiera te interesa cómo él está, es más cómo te atreves a pedir respeto cuando no te respetas a ti misma. Usted a mí no me engaña, no es que yo lo sepa todo pero bueno es obvio que usted lo que necesita es una persona que sí la quiera y no la engañe pero como le dije antes…no puede usted pedir lo que no da. Mire usted es joven y ningún compromiso tiene, todavía puede cambiar el rumbo de su vida, te estás viendo ahogada en poca agua pero bueno es tu vida y tú sabes lo que haces con ella, pero si ahora llegaste a mí es para que te resuelva.

Mira yo a ti te estimo mucho pero bueno, como ya te dije es tu vida y decisión mas si estás decidida a seguir haciendo esto pues que yo no me entere porque te has ganado mi respeto y es por eso que no me gusta ver la vida que llevas. Igual no soy tu padre para que recibas un regaño mío, estas no son oraciones sino sentencias. No te puedo pedir que olvides tu vida porque pues al final es complicado que te comiences desde cero y no porque en realidad lo sea sino porque la única verdad es que tú no quieres.

Si hay algo que yo no quiero es verte como sé que vas a estar en unos años, triste y sabiendo que tu vida pudo haber sido distinta si los consejos que se te dieron los hubieras seguido, no quiero verte de mamá infelizmente soltera buscando no estar sola, tampoco quiero que me digas que por no haberte advertido todo esto hiciste todo lo que seguramente vas a hacer. No deseo que seas infeliz, tampoco quiero que busques la perfección pero mira al menos cambia de a poco lo que vienes haciendo, de a uno por uno. Una vez más cierro diciéndote que lo que se hace con la cabeza no se deshace con los pies…sé inteligente y cuídate mucho.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Resumen de estos últimos días...cumpleaños.

Como siempre suelo hacerlo me pongo a escribir sobre cosas que aparentan no tener importancia pero en esta ocasión creo que sí tengo mucho por hacer. Los días 6 de octubre de cada año es mi cumpleaños, sería una estupidez escribir que es un pesar porque tengo una arruga más o cualquier tipo de expresión de mal gusto. Hace casi 22 años nací de mi mamá (por supuesto que no me acuerdo de eso), han pasado tantas cosas en mi vida como en la de todos ustedes sin embargo han habido acontecimientos tan peculiares que me han marcado como ser humano.

Antes de seguir con mi explicación sobre cómo funcionan esto de las felicitaciones debo confesar tantas cosas como hacen los que confiesan sus pecados ante el sacerdote. Primero debo reconocer y enorgullecerme que tengo un par de fechas de nacimiento ¿Ustedes se preguntarán cómo es eso? Pues cosa fácil, el pasado 23 de julio me llegó mi renacimiento con una situación muy personal que creo que pocos de ustedes saben. Debo confesar también que la mujer de mi vida es mamá, que he sido valiente y que pocas cosas me hacen daño, que si me pegas una vez te pego tres, también deben saber que ya no derramo una lágrima más, que han habido tantas personas en mi vida que se han alejado como plumas tiene un ave, que todavía sigo orando por mis enemigos, que amo al prójimo, que deseo el bien para muchos y el mal para pocos, que creo plenamente en Dios, que soy duro en lo que hablo, que no tolero la altivez, que aborrezco a quien desconfía de mí, que idolatro a quien menos se esperan, que a pesar de que me hagas daño…que critico a quien intocable se cree, que no me gustan los lujos, que cambio todo por estar solo.

Ahora que me encontré al final del pantano que hasta hace poco había sido de me vida, cuenta me di que soy como un ave al que no le gustó ensuciarse en el lodo como a casi todos. Que no me gusta la mierda que veo, ni las expresiones que veo, que intenté ser mejor día a día y que solo así me pude localizar, que papá tenía razón al decirme que yo era distinto a los demás, que mi entrenador sabía que fracasaría por nunca seguir las reglas.Ahora comprendo lo que mis maestros me insinuaban cuando me decían que tenía potencial para los estudios, recuerdo que mi único amigo siempre estuvo a mi lado, comprendo la razón por la cual nunca estuve cómodo en ningún lugar.

Bueno, una vez que ustedes ya leyeron cómo soy deben saber también que nunca me han gustado los saludos forzados, los gestos falsos, los regalos que no salen del corazón entonces les pido un gran favor, no para mí sino para todos: si van a hacer un regalo u ofrecer una felicitación que no sea solo por costumbre sino porque realmente lo quieren hacer, porque le tienen estima a la otra persona, es decir, si justo ahora están pensando en felicitar a tal persona y más tarde o quizá mañana lo tratan con falsedad pues mejor no lo hagan. Its my birthday y seguro a pocos les importará y eso no me interesa puesto que estoy situado donde siempre debí estar, con unas ausencias de las que mucho me acuerdo pero pues qué importa yo sé cuando alguien me trata bien y cuando no lo hace. Necesito mucho de mí y de nadie más, y no me regalen nada, será mejor que le regalen una sonrisa a su mamá, un abrazo a papá…no escribo más porque tengo que comenzar a trabajar.

Aunque igual poco me deebería importar escrbir porque esto ya no me hace sentir más o menos cómodo....esto se acaba acá, ahora menos me interesa lo que piensan de mí y si es positivo háganmelo saber.


PD. El único regalo que puedo recibir solo con el tiempo lo sabré, vivir en el recuerdo de los demás es lo que siempre he querido.

viernes, 19 de agosto de 2011

La fotografía de mamá.

Todas y cada una de las personas que los veían juntos en la calle juraban y apostaban que eran mellizos a pesar de su marcada diferencia de edad, se decía que sus sentimientos eran similares sino es que iguales y prueba de ello era que lo que al menor le disgustaba al mayor también. Vivían bajo la sombra del éxito de su padre y la nula interferencia en sus vidas. Vestían de manera distinta, el mayor era muy limpio procurando siempre andar por la calle bien peinado y planchado puesto que eso había visto de sus mayores, organizaba sus tareas y quehaceres, el mejor hijo y ser humano que se podía conocer. El menor era la persona más despreocupada en su ropa, siempre usando sandalias en público y misterioso como sólo él podía ser, iba por la acera a paso rápido pensando cómo hacer desatinar al demás, ese no era ser humano sino cero humano. Dicen los que los conocían que eran genios en potencia y existencia, se murmuraba que eran distintos de los demás de su edad y los viejos confiaban en ellos pese a su corta edad, podían escuchar mas nunca ser escuchados, sabían hablar y nunca gritar, se dice que sus conversaciones eran tan aburridas como un informe presidencial.

Exteriormente eran semejantes, en ideas casi iguales pero en sentimientos no se parecían en nada. Si escuchabas hablar a uno de ellos sin verlo bien lo podías confundir con el otro, sin embargo uno era bondad y el menor no era maldoso pero no estaba ni cerca de ser tan tierno como el mayor. Sus ideales y metas las tenían tan claras como las aguas cristalinas, sus acciones y pretensiones eran tan distintas como los sentidos opuestos pero bien dicen las leyes de la atracción que los polos opuestos siempre se atraen.

El menor de ellos era la fiesta andante, dejó la escuela para dedicarse a su oficio, vivía para el presente y nunca para el futuro y mucho menos del pasado. Decían los maestros que lo conocieron que había sido su decisión haber dejado los estudios y aunque su madre, a la que tanto adoraron, tanto le decía que terminara su escuela él jamás tuvo la intención de seguir escuchando a hombres y mujeres cansados en espíritu hablar de cosas que poco le interesaban y que le parecían ridículamente aburridas.

El mayor era magnífico, recatado como sólo él no decía ni una grosería, sabía situar a cada quien en su lugar y usaba tantas palabras como hojas tiene la Biblia. Se decía de él que bien podría ocupar un cargo público porque parecía ser honesto, tan honesto como un abuelo que le habla a su nieto. Tan sincero como un recibo agua y tan perfecto que bien podía ser equiparado con un santo.

Su niñez fue dura, su padre se alejó de ellos buscando el éxito profesional que tanto había añorado. Ellos sabían que a pesar de su distanciamiento ocupaban un pequeño lugar en los pensamientos de papá pero la que realmente se preocupaba por ellos era su mamá. A temprana edad descubrieron que eran distintos a los otros, que sabían llegar al corazón de los demás siendo recompensados con cosas tan materiales como una prenda de ropa o tan espirituales como una bendición. Destacaban siempre donde iban y renegaban a los reconocimientos que les eran dados, problemáticos por naturaleza e inconformes con su vida decidieron retarse a sí mismos y salir de aquella realidad a la que estaban destinados.

Jóvenes supieron que si bien habían nacido y vivido bajo mucha protección ese no era su destino, sabían que tenían que cambiar de rumbos y hacer lo que nunca nadie más de su entorno había decidido: cambiar todas sus estructuras mentales de una manera tan complicada y quizá ilusoria que a lo único que los orilló fue a ser odiados.

Se dice que tenían un cierto don o quizá la convicción y continuidad suficiente para lograr lo que se planteaban. Como bien dije eran unos rebeldes, prueba de eso fue lo que alguna vez hizo el menor de ellos para demostrarle al otro las fallas del sistema educativo. Renunciando a sus estudios de preparatoria decidió asistir a la abierta para ahorrarse tiempo y dinero pero más que cualquier otra cosa quería enseñarle a los demás que eran unos idiotas al creer que estando encerrados 7 horas en un aula podían aprehender lo que la vida les ofrecía.

Regresando a la vida del mayor él era todo lo que un suegro pedía y si bien era cierto que su madre adoraba a ambos por igual siempre hubo un cariño en especial por el grande puesto que era buen hijo. Era muy elegante en todas sus actividades, devoto de sus creencias asistía a misa todos los domingos y cuando el tiempo se lo permitía a veces entre semana, no sólo eso sino que vivía la palabra de Dios hasta el punto en que se privaba de hacer tantas cosas no por imposición de nadie más sino por gusto ¿Qué tipo de cosas? No tomaban una gota de vino, cuando asistía a fiestas se retiraba temprano y siempre procuró a su hermano menor porque sabía que de no hacerlo podía extraviarse en cualquier mal camino.

El menor siempre fue renuente a todo y a todos, decía que las reglas eran para ser rotas y que poco le importaba el castigo. Siempre retó a las autoridades y llegó a tener muchos problemas por su actitud. Era el mejor amigo que se podía tener y si algo bueno podía hacer era guiar a los demás y sacarle lo mejor de ellos pero nunca de sí mismo.

Tan distintos y tan iguales a la vez sabían y vivían lo mismo, eran la viva representación de la tragicomedia. Conocían sus debilidades y nunca se aprovecharon de eso, reconocían cómo joder a los demás y sólo el menor lo podía hacer. Tan inseparables como San Martín Caballero de su caballo lograron todo lo que quisieron en corto tiempo. Como dirían los argentinos: la rompieron.

Parecía que nunca dejarían de estar juntos hasta que tuvieron la edad suficiente para cada quien ver por sus intereses y formar lo que ellos decían o pensaban era una familia. El mayor siguió con su línea académica y consiguió, tras una seria de pruebas de toda índole, una beca del gobierno para continuar sus estudios en una prestigiosa universidad estadunidense donde acuden los geniecillos de las ciencias. El menor siempre con su desorden decidió seguir su vida de fiesta y placeres a los que nunca antes les había encontrado sentido pero que a partir de los veinte años le parecían tan necesarios como engañar a todas y cada una de sus mujeres.

A pesar de haber sido tan amigos y tan iguales de jóvenes, cada quien vio por su vida. Uno de manera correcta y el otro de manera incorrecta. Se dice que la madre de ellos oraba por el hermano menor tres veces al día con lágrimas en los ojos pidiéndole a todos los santos cambiaran la concepción de vivir de su hijo para que este se hiciera más responsable, cuestión que molestaba al mayor de ellos puesto que desde que el chico había dejado la casa donde los tres vivían se había dicho que el fiestero se tenía que desligar de ellos. Me cuenta un vecino de aquel hogar donde vivía tan peculiar familia que cuando el menor de ellos salió huyendo (en parte y corrido en otra) de su casa gritó a los cuatro vientos que lo único que se llevaba de ahí era la fotografía de mamá.

De la vida del pequeño ya nada se supo, por ahí se decía que se había encontrado a una mujer y que esta se lo había llevado a su casa a vivir en otro estado del país, otros juraban haberlo visto de comerciante en el eje 2 norte de la Ciudad de México, algunos otros dicen que se convirtió en ministro de culto y los más aventureros decían que hasta padre de familia era.

Pasaron ocho años que ni el hermano académico ni su madre lo veían hasta que un glorioso día ambos, a la manera de la Biblia, vieron llegar a su hermano e hijo tan cambiado que decidieron de manera agradable invitarlo a pasar a la que era su anterior casa. El que ya no era tan joven pero sí más que su hermano mayor tomó un baño en aquel lugar donde su hermano y él habían tramado las peores travesuras cuando eran niños, se secó y tomó la ropa que su padre (hermano) le había dicho que usara. Se sentaron los tres a comer una sopa que por cuestiones del destino había sido servida aquel día y era la favorita de ambos: la de letras. Con lágrimas en los ojos ofreció perdón a ambos y decidió contarles lo que había hecho en esos ocho años. De entre todas sus aventuras y desventuras resolvió decirles todo lo que había sufrido en la calle y de paso les confirmó todo lo que se decía de él, todo menos lo de su hijo. Confesó que si estaba ahí era porque su actual pareja era la que lo había convencido de haber ido meses antes, mas ya no vivía con ella. Cerró aquella comida diciendo que de todo lo que había sucedido en su vida sólo conservaba una cosa…y sacándolo lentamente de su cartera se asomó casi intacto el retrato de su madre.

Todo regresó a la normalidad y como era de esperarse el mayor formó una familia y se fue de la casa que lo había visto crecer durante tantos años, la madre feliz y el hermano contento veían como el otro integrante de la familia vivía la plenitud en su nueva familia. Una mujer cariñosa y un nieto hermoso era lo que veía su señora madre, una mujer recta y un sobrino maravilloso era lo que observaba el hermano menor.

Pasaron los mejores años de la vida de esta familia, un nieto al que le consentían todo lo que pedía, un sobrino que era igual a su olvidado abuelo y un puñado de momentos inolvidables que se vieron reducidos a nada cuando su madre enfermó. La enfermedad de su madre era algo que desconocían puesto que en esa familia pasó de todo menos que alguno de ellos cayera en cama por mucho tiempo. Los médicos le habían diagnosticado a aquella señora una enfermedad complicada de tratar pero no imposible. Desolados por la noticia dejaron todo en las manos de
Dios y de la medicina pero esta última nada pudo hacer.

Sufrimiento eterno fue el del par de hermanos que se encontraban solos sin su madre, el menor de los dos regresó a su vida de excesos y poco a poco iba terminando con todas las palabras que su madre le había dejado. Desgarrados por la partida el mayor se refugió en su familia y tenía motivo grande para seguir pero el menor no sabía qué podía ser o hacer de y con su vida sino un caos, uno tan grande como la pérdida de su madre.

Un año había pasado y el tiempo había curado ciertas heridas del alma que había dejado la partida de su mamá, el hermano mayor había conseguido un trabajo de esos que quitan toda la vida pero dejan mucho dinero mientras el hermano menor se había terminado el dinero que su madre había dejado para los dos. Separados sin saber el uno del otro se reencontraron de la manera más rara que cualquier persona se pueda imaginar: En el tianguis que se ponía a la vuelta de la casa de la difunta señora de los domingos.

El menor con una cara de dolor lo primero que hizo al ver a su hermano fue pedirle dinero para costear su adicción al alcohol mientras que el mayor consintió su petición también le dio su nueva dirección y número telefónico por si alguna vez deseaba ir a visitarlo. Al llegar a casa el mayor le contó a su mujer de manera triste cómo es que se había encontrado con su hermano en una situación tan penosa, que le había tenido que dar $100 para una botella de ron barato, la esposa comprendió la acción de su pareja y asintió con la cabeza lo que había hecho. Pasaron quince días para que de nuevo el menor le pidiera dinero al mayor hasta que dicha acción se hizo tan consecutiva que le mayor cortó de tajo la relación de hermandad.

El menor apenado por tantas cosas malas que había hecho decidió ir a la dirección que su hermano le había dado para de nuevo ofrecer perdón y disculpas por todo lo que había hecho. Su fortuna le había cambiado y había conocido a una mujer tan perfecta que no sólo le había pedido que fuera a ver a su hermano sino que ella misma lo acompañaría y ambos pagarían todo el dinero que le debía a su adorado y preciado abure (hermano). Y así se presentaron un 10 de mayo a la casa de su hermano para felicitar a la madre de su sobrino y hablar como lo hacían antes.

Arribaron a la puerta y el que atendió fue el niño, inmediatamente reconoció a su tío y de manera apresurada abrió la puerta para tirarse a sus brazos mientras que su madre le gritaban desde adentro para saber quién había tocado la puerta. Al no escuchar respuesta alguna la madre del niño corrió a la puerta para sorprenderse de ver al hermano de su esposo, de manera inmediata lo invitó a pasar a casa, tomó el teléfono para marcarle a su marido y darle la noticia que su hermano estaba en su hogar con una nueva y buena actitud.

Inmediatamente el hermano mayor tomó uno de sus tres autos para regresar del trabajo a su hogar. El tránsito vehicular era pesado y él desesperado decidió abandonar su automóvil e ir a encontrarse de nuevo con su hermano, una vez que llegó a su casa se abrazaron tan fuerte que ,ahora que la esposa me cuenta, me parece normal que se hayan llegado a lastimar por tan grande emotividad. El mayor invitó a dar un recorrido por toda la casa a su hermano y enseñarle todo lo que tenía gracias a su madre, terminaron el recorrido y el menor con lágrimas en los ojos le dijo a su hermano:

--Bien hermano, he venido a verte y hoy sí no es para pedirte nada. Y por haberme recibido te agradezco la atención. Aquel hermoso carro en el portón de esta mansión prueba lo que tanto anhelabas: es alta tu posición. Esta sala en la que sentados estamos y los cuadros que adornan los muros bien sé que cuestan un dineral. No saques la cartera, no es por dinero por lo que he venido pero dime tú, ¿dónde está el retrato de mamá? Pobre de nuestra madre, ella tanto te quiso y tantos sacrificios hizo para que pudieras estudiar. Ni siquiera delicadeza tienes para poner la foto de mamá, seguro desde el cielo ella te ve y te perdona pero yo que soy tu hermano no te puedo perdonar. Dime ¿Por qué entre tantas alhajas falta la joya más cara: el retrato de mamá?

viernes, 15 de julio de 2011

Robando almas.

Ya sabía lo que era crear y eliminar, ella misma había borrado de su mente y alma a aquellas dos creaciones que tanta fatiga y encanto le habían dado. Cayendo como lo hacen las hojas otoñales se pasaba la vida deambulando por las calles inciertas y mal trazadas de su cabeza, sufriendo como lo hacen aquellas madres que ven partir a sus hijos en búsqueda de una aventura bimestral, llorando como todos alguna vez lo hicimos por capricho, tan feliz como las novias que salen del templo recién casadas, tan angustiada como los que esperan al médico en la sala de espera en el ala de urgencias, tan despreciable como ella creía ser y tan única como exclusivamente podía ser…todo lo anterior era lo que podía sentir en un instante, uno que nunca era eterno sino pasajero y efímero. Cansada de sí decidió dejar por la paz sus creaciones y las letras, escapando del amor de su vida olvidó las plumas y los pensamientos escritos.

Convencida de su situación vital comprendió que por salud debía hacer una vida justo como los demás, ella bien sabía que tenía talento como muy pocos para forzar un éxito social, así lo hizo y así sucedió. Tras algunos meses estancada en un cubículo de tres por dos atendiendo llamadas y analizando productos tan enfermamente ridículos veía crecer su estado de cuenta de manera espectacular, sin embargo moría por dentro por encontrar la perpetuidad y la magnificencia del instante.


Sabiendo que poco a poco se marchitaba como lo hacen las flores artificiales, que lucen siempre iguales por fuera pero sufren por no vivir, decidió escudriñar dentro de sí para ver qué podía hacer para captar la sublimidad de una manera tan objetiva que de ninguna manera ella pudiera intervenir; bien sabía que si lo hacía todas sus circunstancias podían echar a perder lo que hasta ese momento anhelaba.

Cansada de buscar y encontrar excelsos momentos se sentía desesperada por tener una mente que retenía y conmemoraba pocas imágenes. Frustrándose por no poder recordar lo que sabía había visto optó por averiguar cómo retener aquellos momentos que la estaban haciendo vivir una vez más. Así emprendió su viaje a aquel lugar al que no podía regresar y había jurado jamás recordar, la vieja casa donde según los médicos había perdido la cordura.

Aquella casa de la que hablo era un palacio frio, lleno de tantas habitaciones que bien te podías confundir y entrar a otra que no fuera la tuya. Como cualquier otra casa tenía recuerdos que sólo aquellos que la habitaron podrían recordar, pero había un espacio en especial del que tenía pavor: el sótano.

El viejo sótano donde enterraba todos sus recuerdos, el único donde podía encontrar a la única persona que podía enseñarle cómo inmortalizar los momentos. Tomando la perilla con la mano derecha decidió abrir la puerta para respirar un aire denso. Ya dentro de aquel oscuro lugar sintió tantas emociones que inmediatamente decidió salir corriendo. Pensando que no tenía más tiempo decidió reingresar y buscar cuidadosamente aquel artefacto que la podía conectar consigo misma, aquel espejo que le había mostrado hace muchos años la verdadera y única persona que podía comprenderla: ella misma. Sentada en posición de flor de loto se dispuso a encontrar respuestas. Sumergida en un profundo sueño se vio inmersa oníricamente en el lugar donde hacía mucho tiempo no había estado, caminando sobre una alfombra negra sentía cómo luces espontaneas arrancaban su cuerpo parte por parte hasta que desesperada despertó estremecida y agitada no entendiendo qué había querido decir aquel sueño.

Pasaron unos días para que comprendiera el significado del mensaje, en su trabajo no respondía como debía hacerlo, en casa no sabían qué traía. Entendía que no podía regresar a verse a sí misma porque podía ser mortal, pensó quién podría ayudarla a resolver ese acertijo y decidió buscar a una persona que para aquel entonces habitaba un lugar tan lejano los amores imposibles. Tras una serie de intentos contactó a la única persona que sabía poco menos que ella y comenzó con la explicación. Sentados y conectados espiritualmente volaron al mismo espacio que le había mostrado aquel espejo y viendo cómo ella era desgarrada poco a poco por fuertes luces comprendieron que lo que estaban viendo eran múltiples flashazos.

Despertando los dos descubrieron que el mensaje era más claro que los albinos, la única manera que se podía hacer preso a un momento y hacerlo eterno era a través de de una imagen. Un tercer ojo que podía detener el tiempo de una manera tan natural que resultaba horripilante e increíblemente maravilloso el simple hecho de intentar detener el tiempo a través de un artefacto que todo lo podía hacer, desgraciadamente cayó en las manos más propias para hacerlo.


Una cámara fotográfica era lo que necesitaba para encontrar la sublimidad del momento, comenzó de una manera tan fuerte y constante que declaró tener un amante perfecto: la cámara misma. Intentaba captar todos los momentos, pensó que tomar paisajes y ese tipo de cosas no era lo que necesitaba porque su mente sí era capaz de retener aquel tipo de imágenes. Buscando de nuevo la inmortalidad tomó la idea de retratar personas desconocidas, mismas que le podían brindar lo que ella no tenía. Gestos fuertes, disgustos, llantos, felicidad, viveza, alteza…todo eso iba tomando hasta que supo que no era eso lo que necesitaba.


Perdida sin brújula ni mapa decidió seguir recorriendo sus calles y avenidas mentales, dándole vueltas y más vueltas a las manzanas y a los espacios por ella creados se sentó frente a un alto edificio lleno de espejos, decidida a estar dentro de aquel edificio se detuvo justo en el centro del mismo, tomó su cámara y por error oprimió el botón que lanzaba un ente luminoso. Para su poca fortuna la imagen que había tomado era ella misma en distintas posiciones.

No comprendiendo por qué se había tomado a sí misma, intuyó que la clave era ella misma, que no necesitaba de nadie más para encontrarle un nuevo sentido a todo. Probó tomarse de distintas maneras pero el resultado jamás era satisfactorio. Jugó consigo misma sin entender qué sucedía mientras poco a poco se destrozaba al momento de auto-buscarse. Era un choque de ella contra sí misma, era una batalla memorable entre el ego y el alter ego.

De todo su cuerpo fotografiado, parte por parte, fue entendiéndose a través de imágenes. Veía cosas que un espejo no le podía decir, observaba detalles que sólo ella podía entender, cada mancha, cada peca, cada pixel era suyo. Historias se entrelazaban en cada una de las fotografías, unas de odio y otras incomprensibles. Siguió su labor incansable de buscarse y encontrarse a través de su imagen hasta que cansada de todo, una vez más abandonó la simplicidad de la vida para refugiarse en un nuevo mundo, su mundo.

Ya estaba a punto de terminar su cuerpo, juntando cada una de las fotos armó su cuerpo hasta que se dio cuenta que faltaban zonas tan específicas. Zonas a las cuales un par de ojos no llegan, partes tan íntimas y personales que no son fáciles de descubrir. Tomó su cámara y decidió terminarse el peor de los días del año: su cumpleaños. Sabía que ese día se sentiría sola y endeble, aunque estuviera acompañada o en algún lugar público bien sabía lo mal que le iría en ese día.

Llegó el cumpleaños número veintidós y con él la terminación de la obra maestra. Resuelta a terminarse decidió tomar un par de tijeras y cortar toda la parte trasera de su fina blusa, dejó su cámara y sintiendo una inmensa felicidad cayó desmayada al momento de ver el deslumbre del flash. ¿Qué habrá pasado para que hubiere caído en desmayo? Dice la protagonista de esta historia que fue algo parecido a la plena felicidad.

Terminó de pegar la espalda a su nueva obra, la observó y se gustó…por primera vez le había gustado y se había gustado a sí misma. Feliz, contenta, atónita, desmedida, perfecta decidió dar el gran paso que muchos no se han atrevido a dar: SER PARA SÍ Y NUNCA MÁS PARA NO SER...felicidades, es tu primer gran paso.

Parte 2: Prometida para AHI

viernes, 8 de julio de 2011

Poetisa

Sentarse a escribir no es cosa fácil, hay quienes simplemente pueden intentarlo día con día con el común denominador o la excusa de que las ideas no les fluyen, como si se tratara de eso. Hay otro tipo de personas que de plano le tienen miedo al resultado que podría arrojar ese intento por plasmar los sentimientos o las acciones cotidianas. Algunos nacen con el talento natural de encontrar la palabra adecuada para cada gesto y otros como el que narra esta historia encuentran placentero y un excelente medio para no aburrirse el hecho de intentar describir lo que observa.

Es esta la historia de una mujer sola por decisión, una dama que fue aventada a la vida como se avienta la comida por toda la cocina en un ataque de ira, de una lolita en potencia que enamoraba a los adultos no tan mayores, de una jovencita que usaba el dinero de su padre para darse la vida que, sin darse cuenta, merecía. Es el texto de una mujer casada con un fantasma, son las palabras enviadas a un ser que no sólo habita ni vaga por la vida sino que vive la misma. Es el lugar perfecto como para equiparar lo hermoso con las letras…toda ella fanática de Vincent V.G. viajaba de un lugar a otro tratando de encontrar todo lo que deseaba y nunca había podido tenerlo de la manera anhelada: Un par de brazos y con ellos el abrazo que tanto ansiaba.

Hablar de cada una de las maravillosas cosas que hacía es casi imposible, sin embargo, es mi responsabilidad poner ciertos antecedentes para que el lector sepa más o menos cómo era este singular personaje. Como muchos de los habitantes de las grandes ciudades ella provenía de una situación personal complicada, una familia disfuncional, muchos lujos a costa de sufrimiento personal, desordenes patológicos, enamoradiza muy a su estilo, fijada en detalles tan superfluos como los cuellos, pecosa como Alfalfa y tan particular pero tan particular que es tan complejo describirla emocionalmente como no se imaginan.

Ella tenía dotes de escritora desde muy niña, tuvo la fortuna de encontrar su vocación a temprana edad, bien sabía que sus ideas no eran como las de los demás y que sus textos envolvían temas y frases tan difíciles de comprender que muy pocos se atrevían a acercarse a ella; a pesar de que lo tenía todo, su cuerpo fue creciendo y sus ideas se hicieron cada vez más y más complejas. Muchas personas la tachaban de loca y en contadas ocasiones de pendeja, cosa que a ella le causaba risa y no hablo de una risa burlona o déspota sino de felicidad. ¿A quién le causa felicidad que le digan que es pendejo? Así de difícil es esta protagonista.

Intentó por todos los estilos que las letras le permitían: ensayos, cuentos, citas, canciones y poemas. Refugiándose en estos últimos prefirió optar por esa vertiente tan compleja a la que muy pocos corren, sabiendo que en estos podría escribir de manera elegante todo ese pesar que llevaba en su espalda. No tenía aliados al momento de sentarse sino esa larga y característica cabellera que la hace tan especial. Mientras en la calle podría pasar como cualquier estudiante universitaria e ir a tomar tal o cual bebida como todos los demás, pensaba y desarrollaba toda una historia donde ella era la antagonista y nunca la heroína o la salvadora de todo el universo. Ahora que lo pienso si su computadora tuviera sentimientos seguramente tomaría antidepresivos o algo parecido porque cuando ella se sentaba a vomitar todo lo que tenía adentro era una bestia colérica e inconteniblemente hermosa.

Conocía ella a muchas personas. Hombres, mujeres, niños, niñas, ancianos y recién nacidos. Era popular en la vida pero aún así eso no le bastaba, ella bien sabía que había algo que le faltaba. Cansada de una vida llena de excesos juró siempre ser fiel a ella misma y jamás negar todo lo que era. Incomprensible para muchos era tan normal como cualquier otro ser humano, era un cachorrito durmiendo y una dictadora en casa. Tomaba la vida de una manera tan ejemplar que aun ahora, yo que la conozco, me cuesta muchísimo trabajo descifrar sus mensajes y más que eso me causa asombro.

Inalcanzable para los comunes sabía todo lo que tenía materialmente y lo que era intelectual y artísticamente. No era una de esas artistas que por tener una cámara fotográfica profesional o que por dos o tres textos se sintiera hábil en el arte. Tenía una actitud llorona en soledad y de incomprensión personal pero la verdad es que no cualquiera podría manejar ese temperamento tan extraño que ella tenía.

Conoció a muchos hombres que no la hicieron ni mínimamente feliz, uno tras otro se daba cuenta de los detalles y fragilidades de ellos para hacerlos sentir ridículos y endebles. Eso hizo correr al hombre seguro de sí mismo, al exitoso empresario, al galán del edificio, al artista de moda e inclusive al incansable caza fortunas.

Decepcionada de sí misma y de sus circunstancias temía quedarse sola, lo volvió a intentar con una nueva estrategia: Cambiar sus estructuras y ser simplemente como las demás, no funcionó. Desgarrada por dentro, caminaba con aires de grandeza y entereza su tan feliz e infeliz vida. Sabía que no necesitaba de nadie más hasta que llegó el día en que decidió usar el método más ruin e inhumano de todos.

Su vida se fue haciendo distinta, dejó de asistir a la universidad y de contestar llamadas, en raras ocasiones contestaba correos y por órdenes suyas ir a su casa era una tarea inútil porque casualmente nunca estaba para nadie. Sumergida en libros y más libros comenzó a comprender muchas cosas que le parecían tan inalcanzables como la cima de una montaña, era tal su afición por las letras que comenzó a ahogarse en las historias a tal grado que creía ser uno de los personajes, casi siempre el disconforme.

Preocupada por su situación decidió hacer aquello tan inhumano de lo que les hablaba dos párrafos arriba. Crear un personaje que la comprendiera, uno hecho a la medida, uno que la complementara en ideas y que cuando se atascara él le dijera la respuesta, una máquina con una memoria prodigiosa, un no ser humano con un talento nato para hacer eso que la protagonista tanto deseaba: una fundición de cuatro brazos en un sensible abrazo.

Noches pasaron para completar su obra maestra, una historia donde ella mandaba a placer y las nubes eran palabras, donde los demás estaban a su merced. Un universo creado para ella y por ella. Mientras esto hacía, los demás no sabían qué pasaba con ella puesto que estaba cambiando radicalmente su actitud y hasta su manera de vestir. Si bien es cierto tuvo que comprender que necesitaba rehacer su vida diaria mientras caminaba y hacía su vida rutinaria en aquella ciudad (donde casi todo el año llueve), solo podía pensar en su proyecto que concebía todos sus ratos libres.

Sin darse cuenta ya había escrito tres libros sobre su nuevo mundo, era una redacción tan Dantesca que era celestial e infernal lo que podía hacer en un pedazo de hoja. Hizo todo el mundo deseado hasta que sólo le hizo falta aquel personaje que tanto había ansiado. Dejó de lado todo lo demás para crear a conciencia su obra maestra. Lo dibujó, lo borró, lo rehízo, la rompió, se burló de él, lloró por él hasta que por fin encontró la combinación precisa “su combinación perfecta”.

Feliz de la vida y por la vida destinaba cualquier tiempo para estar con su creación, podía platicar y escribir cómodamente en él y sobre él o de cualquier otra cosa. Como era su obra pues ella manejaba las preguntas y las respuestas a placer, los tonos y los gestos, el idioma o hasta el dialecto. Creando neologismos y acentuando las palabras que no necesitaban de uno sentía esa plenitud que pocas personas han llegado a sentir, sabía que su trabajo había sido tal cual lo esperaba.

Pasaron tantas cosas juntos que bien se podrían describir en tantas hojas como las que tiene una enciclopedia, sin embargo ella sabía que tenía una vida real por vivir y que no podía depender de una creación suya ni estar inmersa en ese mundo tan perfecto. Decidió por un tiempo alejarse de lo que quería y afrontó su vida como cualquier otra persona de mundo. Olvidado él en un mundo creado, decidió mudarse de historia y se metió en otras tantas que le parecieron tan evidentes y normales que tras un largo tiempo regresó a las manos de su creadora.

Decepcionada de su vida, ella buscó refugio de nuevo en su historia. Las cosas ya habían cambiado y su personaje había madurado en emociones y forjado un carácter tan distinto al que se le había asignado. Sin embargo tras ver de nuevo a su dueña regresar a su historia decidió aceptar todas y cada unas de las proposiciones que ella pedía.

De nuevo y cambiante en sus emociones pensó que ella debía vivir para ella y no para un personaje, pero ¿Que no era eso lo que siempre había querido? Entonces se le ocurrió la mejor idea de todas: hacer un nuevo personaje donde ella fuera la creada (crearse a sí misma). Sólo de esa manera pudo comprenderse cabalmente, hacerse a sí no era tan fácil como pensaba que sería. Tardó un par de meses en formarse y pensarse tal como quería y aun así, como siempre, no estaba satisfecha.

Con un nuevo personaje en la misma historia hacían las de Adán y Eva en un paraíso tan bizarro que sólo ella podría rehacerlo. La mejor manera de mantener lo que quería era a través de un contexto creado a la medida para que no hubiera ningún problema y así, sólo así estos dos personajes de cuento o de poema se fueron conociendo mejor y mejor hasta que de comprendieron que estaban hechos el uno para el otro porque su creadora así quería que fueran.

Tan buena era su relación que pensaron en hacerse humanos y no sólo quedarse en personajes, cuestión que molestó a su creadora porque era ella la que debía decidir y no los personajes mismos. Eso se estaba volviendo cosa de locos porque en sí todos los pensamientos eran dados por aquella poetisa y no estaba haciendo sino proyectar todo lo que quería para ella. Encontrar a un personaje como el que había creado era una tarea fundamental, tras no encontrarlo en reiteradas ocasiones decidió llorar cinco meses enteros hasta que se secaron todas sus lágrimas, dando muerte así a sus dos creaciones que fueron alcanzadas por un inexplicable y violento rio que surgía de dos grandes perlas flotantes avellanadas (los ojos de la creadora).

No entendiendo qué había pasado y por qué había pasado ella decidió refugiarse en su escritorio y en su cama acompañada de su mascota a la que le había jurado amor eterno. Todavía pasan las noches y Gina sigue sintiendo un par de brazos rodeándola cuando sentada frente a su escritorio se siente vacía o en soledad, quizá serán los brazos de su creación o tal vez es solo su imaginación.

Prometido para: AHI

sábado, 25 de junio de 2011

La ratona y el adivino.

Estimados lectores, han de estar al tanto que este es mi segundo cuento de niños. Seguramente si leyeron el primero deben saber que como relato para los pequeños, mis historias están llenas de lugares espectaculares y situaciones fantásticas. En esta ocasión me siento a escribir una historia que envuelve a dos personajes: Un adivino tan peculiar y raro, totalmente místico, tan normal como los demás, tan peculiar como sólo él, tan talentoso en su hacer, tan complicado en sus ser, vestido como un marinero supone parecerse a Popeye. El segundo personaje y más importante puesto que a éste van dedicadas todas estas letras es la ratona; ella tan vertical, endeble, preciosa, hermosa, egoísta, noble, llorona, indescriptible y a ojos del adivino: LO MEJOR QUE LE HA PASADO EN SU VIDA.

El adivino tenía una doble vida, corría por la ciudad como cualquier otra persona. Se había alejado del lugar donde había nacido y sido feliz buscando algo nuevo, examinándose, trataba de tener una vida como la de los demás cuestión que era imposible por el simple hecho de que su pasión y mucho de su tiempo se lo dedicaba a curar las almas de las personas. Como cualquier joven estudiaba y por supuesto que no era el mejor de la clase porque él así lo quería, sin embargo hacía lo necesario para que su otra vida no se inmiscuyera en lo que socialmente le era exigido (la escuela). Este adivino no es como el de los otros cuentos, particularmente este vivía del reconocimiento que hacían los que acudían a él para que les dijera “qué tenía el tiempo para ellos”. Ocupado en la vida de los demás se fue olvidando de sí mismo hasta el punto que pensó en olvidarse de todo y todos para seguir con su vida. Siempre cansado, caminando con una cara que nadie comprendía terminaba sus días recostado en su cama con la cabeza trabajando a deshoras y de una manera tan especial que éste adivino de corta estatura y grandes secretos le pedía a Dios terminara con su día y lo metiera en el tiempo más difícil de todo su día: la noche y con ella los sueños.

La ratona era perfecta no se podría sino describir cosas maravillosas de ella, por ejemplo: tan bella era que ni siquiera alcanzaba a notarlo, tan inteligente que muchos de sus pensamientos sobrepasaban las expectativas de los demás, tan observadora que atrajo de inmediato la atención del adivino, toda elegancia en sí, superficial cuando era necesario, feliz por respirar aire fresco día a día se desenvolvía en tantos lugares de manera tan precisa y correcta que resultaba complicado comprender cómo era que ella, el animal más precioso de todos, se hubiera encontrado circunstancialmente frente a frente con el adivino y sanador de las almas.

La vida del adivino era complicada, ni siquiera su madre sabía o conocía sus alcances. Siendo el bastón y por ende la esperanza de muchas personas conocía la vida de tantas personas como hojas tiene un árbol de Laurel de la India. Cansado de escuchar los problemas de tantas mujeres, hombres, ancianos e inclusive de personas que ya no habitan físicamente en este plano terrenal había decidido tomarse un tiempo y abandonarlo todo…hasta que conoció al nuevo motor de su vida, al ser que siempre había estado esperando, al motivo de su hacer: Aquella ratona, el regalo que Dios le había enviado oportunamente.

La historia de ambos se desenvuelve en un espacio rectangular, lleno de figuras simétricamente complejas y gente tan diversa que resulta obvio saber el porqué éstos dos seres sintieron afinidad el uno por el otro y para el otro. Compartiendo palabras complicadas de comprender se comunicaban en un idioma tan atípico que los mensajes que se enviaban eran dignos de recordar. Temerosos el uno del otro se acercaban y alejaban porque todavía no comprendían qué les estaba pasando ¿Por qué este ser me está cambiando todas mis estructuras? (pensaban ambos al mismo tiempo sin decírselo), ¿Por qué me estremece el estómago sentirlo cerca si ni siquiera siento nada?, ¿Por qué lo busco si ni siquiera lo necesito?, ¿Por qué me cuesta verlo con alguien más si yo todo lo tengo? Estas y muchas otras preguntas se las hacían ambos de manera interior porque por mucho tiempo no se animaron a decirse lo que significaba el uno para el otro.

¿Cómo comenzó el adivino a sentir algo por la ratona? Como describí, el encantador de almas conocía a muchas personas, pero más que conocer los cuerpos sabía qué había dentro de ellos. Su labor era escudriñar dentro de ellos para conocer y resolver, gente tras gente lo fue haciendo hasta que vio dentro del interior de la ratona. El espíritu de la ratona, me cuenta el adivino, era de otro mundo. Uno que sólo había visto una sola vez y que bien podía ser equiparado con el interior de un ratón difunto, uno lleno de bondad. Una y otra vez este personaje humano pensaba qué podía hacer para siempre estar con el otro personaje, sabiendo que tenía la facultad de cambiar los cuerpos de los demás seres pensó en hacer humano a aquella ratona. Pasaron quizá cuatro o cinco meses para que se decidiera a hacerlo hasta que un buen día mientras dormía se le apareció un anciano en sus sueños. Este viejito tenía verrugas en su cara y era más elocuente de lo que las personas podían comprender, no se cansaba de hablar y gustaba de cargar a los demás, mientras se escondía para no dejarse ver simulando jugar a las escondidillas le explicaba al mago-adivino lo que tenía que hacer con ese ratón tan peculiar del que estaba perdidamente enamorado, una vez que ambos terminaron de hablar, aquel viejo de piel tan blanca como el alma del ratón le pidió al que soñaba le diera un abrazo al diminuto ser, un abrazo celestial.

El adivino despertó de su sueño con lágrimas inexplicables en ambos ojos, sabía que algún vínculo había entre el ratón y el veterano. No sabiendo qué hacer el adivino decidió alejarse de la ratona porque así lo había decidido esta última, suponiendo no volverse a ver nunca más. Esto de dejarse de ver era imposible puesto que habían ciertas cuestiones que los unían: Tenían uno del otro sin siquiera darse cuenta o sin quererse dar cuenta. Anterior a esta complicada decisión, el adivino había tenido acercamientos con aquella roedora, deteniéndose a hacer lo que sus sentimientos le dictaban sabía que podía hacer un daño letal a muchos otros seres si ejecutaba aquellos preciosos pensamientos.

La ratona no sabía qué hacer, sabía que su vida era distinta a la del adivino y que simplemente era feliz tal cual estaba. Nada ni nadie detendría lo que ella quería y no era precisamente al adivino sino todos esos sueños que desde que era más pequeña quería realizar…una vida llena de normalidad. Tras la momentánea separación de ambos, la ratona se sentía confundida en sentimientos y el adivino se sabía incompleto puesto que ni siquiera había cumplido con lo que aquel viejo de sus sueños le había hecho prometer.

Tendría que describir que tuvieron demasiados encuentros aparentemente circunstanciales en la calle, en las esquinas, en sus sueños, en pensamientos, físicos, espirituales y por supuesto personales. De a poco se fueron reconociendo y sabiendo las debilidades del otro. La ratona intentaba de manera agresiva neutralizar sus sentimientos usando palabras que sabía no debía usar porque no era su estilo y bien sabía que envalentonarse y sentirse fuerte no le iba bien, usar aquellos vocablos le costaron muchas lágrimas en silencio, mismas que llegaron hasta el adivino por la vía más inimaginable que cualquiera pudiera pensar: El teléfono.

Ambos enfermaron espiritualmente, ella lo hizo somáticamente. Él sabía que la ratona pasaba malos momentos puesto que no sabía ni qué tenía y dispuesto a hacer lo que sabía hacer, bajo la influencia del viejo que se aparecía detrás de los árboles en sus sueños se dispuso a perder su salud para dársela a ella. Por supuesto que la ratona no comprendía cómo es que inmediatamente habían dejado de aparecer aquellas manchas que recorría su cuerpo y el adivino no tenía ni sabía cómo explicárselo.

Cuando se veían ni siquiera se volteaban a ver, a veces se daban la espalda sintiendo cómo una espada atravesaba todos sus cuerpos por el hecho de haberse ignorado. El ritmo vital de ambos seres era agitado y eso los excusaba de buscarse, era tiempo echado a la basura porque mientras hacían tal o cual cosa pensaban en lo que no eran, cuando estaban con sus acompañantes momentáneos era el tiempo más difícil puesto que no queriendo se engañaban ellos mismos.

¿Cómo seres tan distintos se pudieron haber encontrado? Bien dicen que los tiempos de Dios son perfectos y siendo ambos seres sabían que eran complemento uno del otro hasta que sin querer ambos sintieron amor…se lee ridículo cómo es que una ratona se puede enamorar de un adivinador y viceversa pero este es un cuento y es el cuento más precioso que hasta ahora se ha escrito, uno donde todo es posible. Todo.

Dios había decidido ponerles una prueba a ambos, quería saber qué tan fuerte podían ser los dos y decidió separarlos físicamente pero nunca emocional ni espiritualmente. Y ahora les cuento el último de sus encuentros en mucho tiempo. La ratona era un tanto indecisa, era de las que dejaba un recado para luego borrarlo, pensaba tanto las cosas que siempre temía hacerlas, le daba miedo el miedo mismo…siendo su costumbre programar un último encuentro con el adivino lo posponía por razones hasta ahora desconocidas hasta que llegó el día en que se materializó lo que ambos siempre quisieron.

El lugar es complicado de describirlo, blanco todo con grandes ventanas que permitían la entrada de la luz del sol. Sentados de frente deciden decirse todo lo que “el tiempo tuvo para ellos”, las lágrimas se quedaron ocultas en los ojos, los sentimientos irradiaron de manera automática, y las energías se fundieron para que el adivino encontrara el momento perfecto para cumplir con aquella petición onírica que ya hacía algunos meses le habían encargado. Ella hablaba mucho y en un tono tan correcto y perfecto que el adivino sabía cuando eran mentiras las que hablaba, sin embargo y aunque ella, la ratona, le hubiera pedido que no lo quería volver a ver él la tomó en sus manos para que se rindiera y expusiera todos los motivos que no los dejaban ser eso que siempre habían querido ambos. Finalmente ella no queriendo utilizó su diminuto cuerpo para retirarse de los brazos de aquel adivino pidiéndole no le hiciera más daño. La ratona desviando su mirada trató de evitar al humano, pero una fuerza incontrolable hizo que él la volviera a tomar en sus manos para cumplir lo prometido, encomienda complicada de hacer puesto que el cuerpo de la ratona era tan pequeño que lo único que pudo hacer fue darle un par de besos en la frente y dibujarle con el dedo pulgar derecho una cruz a aquel precioso ser que cerró la comunicación con un complicado hasta pronto.

DICE EL ADIVINO: Hermosura, preciosa, linda. En los siguientes días tengo un compromiso con la vida, tomaré una ruta larga que me llevará a un lugar que había estado esperando por muchos años. Aunque haya ratones de los cuáles te enamores en repetidas ocasiones me pongo a tus pies para decirte que sinceramente haré todo lo posible por regenerar nuestro contacto, no te puedo perder pero tampoco te puedo detener. Haz lo que tengas que hacer y espero que no pase nada que nos aleje más, francamente deseo verte pronto porque muchas cosas se quedaron sin hablar, espero sea recíproco. También debes saber que en nada cambiaron las cosas, me siento tan fascinado contigo como cuando te vi por primera vez. Ten éxito en tu vida, en esa vida donde espero estar en corto tiempo. No te vas ni físicamente de mí, todavía muchos olores me recuerdan a ti, cualquier detalle es motivo para recordarte. Rezaré por ti todos los días venideros hasta que nuestra voluntad nos junte de nuevo. Espero verte llegar por donde te vi alejarte. El anciano te manda un abrazo. Esto no se ha terminado. Hasta pronto.

domingo, 5 de junio de 2011

La universidad no es para todos

De unos días para acá, quizá ya un mes, muchos de mis contemporáneos se encuentran más que ocupados en las cuestiones universitarias de las tesis y las últimas semanas de clase. La preocupación de mis compañeros es más obvia que el sentimiento amoroso ingenuo de secundaria. Este fenómeno me ha dado vueltas por la cabeza una y un chingo de veces, he generado preguntas y respuestas sin embargo todos sabemos o deberíamos saber que la calidad de las preguntas son las que llevan a que las respuestas conlleven dentro de sí una nueva pregunta, misma que enuncio ahora mismo: ¿Realmente todos merecen ir a la universidad?

La respuesta inmediata es no. ¿Por qué no? Ah pues por el simple hecho de que no todos están para debatir y generar ideas acerca de la ciencia o la técnica ¿Cómo es eso? Sí, imaginen ustedes que todos estuviéramos en las aulas de tal o cual universidad… ¿Quién demonios lavaría el mingitorio? O peor aún ¿Quién sería el encargado de determinar dónde me toca estacionarme? Quizá mis argumentos sean demasiado inclinados a las universidades privadas pero aún así, en el caso de las públicas pregúntense quién sería aquel que barre en los pasillos de la facultad.

Bien, ahora que ya argumenté malamente el porqué no todos deben estar hablando de filosofía o de estructuras en las jaulas ahora me detendré a plantear la deserción de algunos valientes así como la estancia de muchos de nosotros a los que realmente no nos interesa o poco nos importa la cuestión universitaria. Han habido bastantes ocasiones en las que algún texto me derrota tan cabrón que decido releerlo para de nuevo no entender ni siquiera de qué trataba el dichoso conjunto de palabras. Posteriormente a mis fracasos camino por los pasillos donde se respiran aires de todos menos intelectuales o siquiera académicos para detenerme a oír en principio para luego escuchar y terminar riendo silenciosamente de los comentarios tan sencillamente pendejos y aparentemente trascendentales en la onda profesional.

Me causa una risa déspota escuchar los planes de algunos iguales a mí porque de alguna manera sé que muchos de ellos van a cumplirse y como en alguna ocasión se lo planteaba a alguno de mis compañeros: -la neta, ¿tú le confiarías a alguno de ellos la defensa de tu caso?-. Causa risa y espanto ver y saber que muchos de los que estudian cuestiones similares a lo que pretendo hacer por muchos años a veces ni siquiera tienen idea de lo que están estudiando.

Igualmente entiendo de manera empática que muchos de nosotros tenemos la obligación de tener una carrera y un título que nos acredite como licenciados en esto o lo otro, sin embargo estoy casi seguro que al menos de las personas que conozco, el 80% de ellos es infeliz haciendo lo que hacen en las distintas universidades, el 10% ni siquiera saben si son felices o no y el otro 10% (donde claramente no estoy yo) mal que bien le encuentran pasión a sus estudios.

¿Qué pasaría si todos aquellos que estudian por mero compromiso abandonaran la universidad? No se me ocurre otra cosa más que los padres los mandarían inmediatamente a trabajar sin siquiera preguntar por qué de la decisión. Vaya, es más que obvio saber que los padres y madres de familia buscan asegurarles el porvenir a los hijos de una manera responsable y qué mejor que heredando una carrera universitaria vista como una herramienta con la cual nosotros podremos tener un nivel de vida de acuerdo a nuestras necesidades y de acuerdo también a nuestros usos y costumbres.

Seguramente cuando yo, Daniel, sea padre le diré a mis hijos que estudien algo que les deje dinero porque en esta vida moderna el que no es maestro en algo pues simplemente está fuera del mapa y que se especialicen en alguna cuestión que implique lo multicultural porque la tendencia es la globalización y tantas pendejadas que se me podrían ocurrir ahora y después.

Hablar de la prostitución de la educación en este país es otra onda, es decir, ahora ya todos son especializados en cuestiones bien particulares y personalmente les puedo describir que he conocido a dos tres personas que son candidatos al grado de Doctor sin la tenencia de las aptitudes mínimas necesarias para serlo. Vaya contrariedad, aquellos a los que yo admiraba y decía: Ah, aquel Doctor que deslumbra con sus citas ahora no me parecen sino repetitivos, predecibles y en el peor de los casos muy vulgares.

Regresando a la cuestión de que no todos deberíamos ir a la universidad creo que hay muchas personas que bien saben que lo suyo son las artes y la vida artística, algunos otros saben que lo que les late son los negocios y el dinero pronto, ciertos saben que los deportes son el motor de su andanza y que los balones siempre han sido su pasión, ya los menos pretenden pensar que la ciencia, las letras, los juicios y el trabajo intelectual resultan ser lo que les llena a tope.

Sin embargo, ¿qué sucedería si una pareja de médicos supiera que a su único hijo lo que le late es la música? Y peor: ¡El rock! Sí, la música esa de chavos banda (así dice la gente de mente cerrada), toda escandalosa, donde se visten de negro y usan el cabello largo asemejándose a las mujeres mismas…pues definitivamente harían hasta lo imposible porque el incrédulo ese retomara las riendas de su vida viéndose orillado a elegir de manera forzada una carrera a la que no le ve utilidad o chiste alguno.

¿Qué si nos dejáramos guiar por nuestros gustos? Pues algunos se verían obligados a verle la espalda a su familia puesto que la tradición de M (por no escribir X) apellido es que todos sean exitosos en los estudios universitarios. Es complicado renunciar a la historia familiar pero en ambos sentidos, hay casos de los que he sabido y rescato y aplaudo la decisión de inclinarse por lo que los familiares dicen no sería sino una pérdida de tiempo: la universidad.

Homogenizar siempre es difícil, sin embargo tras mis experiencias he notado que son muy pocos (como lo decía más arriba) los que aman sus estudios. Tengo a una persona muy allegada que gusta tanto de sus estudios como yo de un litro de agua de horchata y sé cómo se desgasta en comprender cabalmente sus textos aportando ideas y debatiendo autores hitos en su área netamente social, digo eso está bien y es su onda pero a pocos, muy pocos como él les podría nombrar UNIVERSITARIO.

Desgraciadamente y aunque ahora todos somos muy estudiantes y nada estudiosos todavía estamos inmersos en una sociedad un tanto atrasada en niveles académicos y somos vistos como la novedad de la sociedad, quizá me podrían debatir la idea pero eso lo hacen porque seguramente el ambiente en el que se rodean o en el que nos rodeamos nos parece complicado encontrar a alguien sin licenciatura. Esto de la universidad no es algo fácil, somos lo más in y lo top del ambiente del AKADEMOS. Creo que me estoy tirando una piedra grandísima encima y no me interesa, al revés me da gusto saber que pocos son los que nos atrevemos a escribir pendejadas que al final van a ser leídas por alguien al que quizá podamos convencer con argumentos espontáneos porque al final es la espontaneidad la que ha dictado esto que sigo escribiendo y que al parecer no me sale tan mal (disculpen ustedes pero de alguna manera se me tenía que salir esa autoestima que todos tenemos).

Hay una cuestión que no me causa ni poco agrado y es el dress-code. En muchas carreras hay una constante de vestido que parece imperante que un abogado siempre ande de corbata o un diseñador con lentes de sol Ray-Ban armazón colorido, un médico con bata (que por cierto los muy odiosos no se quitan ni para comer), un ingeniero civil con la bota café y otros tantos ejemplos que podría mencionar, pero ultimadamente eso no interesa porque los que de plano no entendemos que se trata de una cuestión de apariencia somos nosotros, si no me creen dense una vuelta por USC o UCLA para que vean que ni siquiera sabemos copiar de manera integra un estereotipo.

Pero ya que estamos adentro y que de alguna manera chafa o buena somos universitarios pues vamos a hacer las cosas bien, no digo ni exijo excelencias académicas ni menciones honoríficas sino hacer trastabillar al profesor que no sabe, estudiar para no quedar mal en clase, investigar poco pero en libros de qué chingados habla el ese que está parado ahí en frente, preguntar para saber y no para joder, poner atención en lugar de estar en el face (bueno, aunque si el profesor es de esos a los que no vale ponerles atención a veces el fb es más productivo en muchos aspectos). Tampoco incito a nadie para alzar la voz y hacer sentir nuestra presencia universitaria porque si bien es cierto que sí sirve, pocos tienen la iniciativa o las ganas, por no decir el talento para hacerlo porque aunque no me lo crean hasta para eso hay que tener talento o talachearle duro.

Cierro recordando las palabras de una amiga peculiar que decía que los artistas viven de aplausos y yo modernamente soy un artista, entonces quizá si esto es leído por alguien en voz alta les pediría un aplauso para él o ella por la labor titánica que está haciendo al entonar mis oraciones y otro para mí que justo ahora estoy tirado en la cama escribiendo esto…ya en la última mínimo pónganle ME GUSTA.

PD. Piensen un par de veces de ahora en adelante si realmente merecen estar en una universidad y contéstense de manera afirmativa, de todas maneras algún día tendrán un título que así lo acredite.

Dan.