Vistas de página en total

sábado, 19 de marzo de 2011

Adiós

Mamá me decía que había palabras que no debían ser dichas y no porque fueran groserías ni mucho menos sino porque realmente no era lo que uno quería decir. Una de esas palabras malditas e impronunciables que mi señora madre odiaba era: Adiós. Hasta ahora sé porqué me decía que aquello no se debe decir y eso es porque cuando uno lo hace es porque ya no hay vuelta atrás, ya no se puede regresar el tiempo, quizá sea la última vez que veamos a la persona con la que hablamos, seguramente será la última palabra que quisieras escuchar de mí hacia ti.

Todavía me da miedo decírtelo de frente sin embargo no creo hacerlo porque sé que más daño no te puedo hacer, te hice perder toda esa estabilidad que tenías, dejaste lo bueno y me elegiste a mí, pensaste que yo era tu respuesta y acertaste, pensé que tú eras mi solución y nunca lo fuiste, nos perdimos en un mar de confusiones sin más remedio que temblar cuando nos escuchábamos, llegamos a pelear sin ningún motivo, te generé celos sin querer, nos abrazamos sin siquiera tocarnos, nos criticamos sin siquiera conocernos, nos alejamos el uno del otro sin ningún motivo.

Pasé buenos ratos contigo, quizá no los mejores pero debo reconocer que nunca pasé mal tiempo pensando en ti. Quizá estaba comprometido con un fantasma, uno que no me dejaba hacer prácticamente nada sin recordarte a ti, cualquier cosa era pretexto para saber de ti, sin embargo ahora sé que las cosas no iban igual para los dos y tú ni siquiera sabías de mí. Antes de conocerte lloraba por ti, cuando te conocí me burlé de ti y justamente ahora me estoy despidiendo de ti.

Pretendiste no conocerme, supusiste reconocerme, quisiste convencerme y todo eso lo hiciste sin siquiera conocerte. Te atreviste a aventurarte a lo que quizá ni siquiera querías conocer, todavía te duele saber que estoy con alguien más cuando a mí lo único que me interesa es dejar de pensarte. Olvida todo lo que pasamos o pasaste conmigo, piensa que jamás me conociste y que nunca te hice estremecer todo lo que no conocías o sabías que podías ser.

Te dejo en paz, tú con tu vida y yo con la mía. Espero no hacerte más daño del que ya te hice, pretendo dejar de buscarte para que tú también lo dejes de hacer, deseo dejar de verte para que poco a poco me olvide de todo lo que pudimos ser. Ve con aquel que te hace inmensamente feliz porque lo que está más allá de la inmensidad solo conmigo lo pudiste sentir. Corre directo a la tranquilidad de los brazos de aquel al que nunca conocí, sufre lentamente lo que yo sufrí, engáñate lenta y dolorosamente porque yo no quiero nada más de ti.

Este no es solo un hasta luego sino un adiós. Con esto te digo que me voy de tu vida para que veas mi espalda y en ella cómo se marcha tu felicidad porque más ya no puedo hacer, lo intenté y nunca pude contra los fantasmas que merodeaban lo nuestro. Quizá ni siquiera lo intentaste, eso nunca lo podré saber porque decisiones son decisiones y yo de ti más nada quiero saber y sólo de una manera podría verte otra vez: Pídeme ayuda y ahí estaré. (Mamá tenía razón) Adiós.

2 comentarios:

  1. tienes mucho valor y las palabras justas para expresar algo que muchos sienten o sentimos, creo que al leer encontré algo de mi... gracias por otra gran lectura.

    ResponderEliminar
  2. Animal tan grandioso seguro eres...un pato que escribe, uno que lo hace de manera tan sincera que resulta impresionante para mí leerte. Gracias a tí por tomarte un tiempo para sentarte a ver esto.

    ResponderEliminar