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martes, 29 de marzo de 2011

Puede besar a la novia.

Amigo mío, en 72 horas tomaré por esposa a la mujer menos idónea con la que puedo casarme. No la amo, es más ni siquiera la quiero...toda ella es horrible, fanfarrona como solía serlo mi padre (al que todavía odio), altiva como mis hermanos, prepotente como el tío y aparente como yo. Por eso la odio porque es igual a mí.

No encuentro pretexto alguno para seguir con ella, ni siquiera estamos esperando un niño y para acabarla de joder vive en la miseria de lo material. Ya no aguanto ni un momento más a su lado, me molesta el hecho de verla, me deprime despertar a su lado, me causa terror que me vean caminando a su lado, me asombra su escaso vocabulario, me derrota verla sonriente. Sin embargo y pese a todo lo anterior me da miedo quedarme solo, prefiero estar con ella, la peor de todas las mujeres, la plebeya más impura del reino: La que será mi mujer por mucho tiempo.

Hace unos meses me comentaron que yo mantenía otro amor...mi prometida se ve con otro u otros (qué sé yo) mientras yo trabajo y desmesuradamente confío en todas y cada una de las palabras que de su morena boca salen. ¿Qué puedo yo hacer? Dime amigo mío si ya tú sabes las desventuras y traiciones que he vivido éstos últimos años, dejé a la única mujer que me sabía comprender; quizá éste sea el castigo que con tanto esmero le pedí a Dios Nuestro Señor. Me están haciendo verme en la peor de la situaciones, llorando como un niño que no entiende porqué su padre ya no está más. Respóndeme tú si ésto es lo que merezco tras haber abandonado a mi amor...ahora sólo encuentro horror, uno de esos que no te dejan vivir ni disfrutar el más mínimo detalle que la vida nos ofrece.

Ahora sólo puedo maldecir el asfalto que pisamos, el oriol viejo que volaba, las personas sonrientes, al alto cielo, maldigo todo lo anterior porque esas fueran las causas que me hicieron vislumbrar los ojos que la vieron y nunca la observaron. Maldigo mi nacimiento, maldigo esta pluma y este papel que sólo me recuerdan y hacen sentir la infelicidad segundo a segundo.

Estoy desesperado y condenado a sufrir por las mujeres, quizá lo que me enseñó mi madre no tenga más aplicabilidad ni razón porque todos sus dichos no me han traído sino infelicidad. Respetar a tu mujer, demostrar tus sentimientos y ser buena persona no me sirve más. Vivir bajo preceptos morales sólo me ha traído burlas y engaños. Las personas son malas y ahora que lo pienso no son las personas: Aquí el idiota soy yo.

Mi dolor es inmenso, no le sé hacer daño a los demás, no puedo aceptar verme derrotado ante lo desconocido. Dime tú que eres mi amigo si realmente merezco vivir lo que estoy viviendo, grítame que soy el más tonto del mundo, demuéstrame mi imbecilidad, préstame tu hombro para controlar a un hombre magnífico que llora y derrama lágrimas de oro por culpa de sí mismo.

¿Dime cómo resuelvo mi problema? Abandonarlo todo no sería la solución, sé que huir de mis problemas no es la solución, la situación es que no es un problema sino un castigo que han arrojado mil dioses sobre mí. Mi cuerpo no aguanta más, no puedo pelear contra el horror de la maldad hecha muer, no sé ni porqué tendrías que leer esto. Quizá porque de habértelo contado en un café no hubieras creído todo lo nefasto que un hombre puede ser.

No hay teorías que me puedan ayudar a resolver esto, me siento el hombre más pendejo de todos: Engañado por una clase-mediera que ni siquiera puede leer bien. Yo, el indestructible estoy hecho pedazos, mal día para escribir una carta al mejor de mis amigos...entiéndeme y ayúdame. Ya probé con todo y no encuentro una salida a éste laberinto infernal.

Aguardaré 2 días más y seré el hombre más infeliz de todos los cielos, ni el mismo Narciso pudo haberse sentido como yo al no poderse tocar, ni el Rey Midas podría saberse tan poco contento al no poder abrazar a su hijo, ni el Sabio Salomón podría contestarme ésta pregunta: ¿Por qué yo?

Mientras pasen las horas mi dolor se hará inmortal, mientras más pasen los segundos mayormente triste estaré. Mi amigo, el más pequeño de todos: No sigas mis pasos ni mis huellas, puesto que esto lo escribe un hombre con temor, inseguro de sí mismo que no le gustaría que tú HIJO MÍO cometas los mismos errores que yo.

TU PAPÁ.

sábado, 19 de marzo de 2011

Adiós

Mamá me decía que había palabras que no debían ser dichas y no porque fueran groserías ni mucho menos sino porque realmente no era lo que uno quería decir. Una de esas palabras malditas e impronunciables que mi señora madre odiaba era: Adiós. Hasta ahora sé porqué me decía que aquello no se debe decir y eso es porque cuando uno lo hace es porque ya no hay vuelta atrás, ya no se puede regresar el tiempo, quizá sea la última vez que veamos a la persona con la que hablamos, seguramente será la última palabra que quisieras escuchar de mí hacia ti.

Todavía me da miedo decírtelo de frente sin embargo no creo hacerlo porque sé que más daño no te puedo hacer, te hice perder toda esa estabilidad que tenías, dejaste lo bueno y me elegiste a mí, pensaste que yo era tu respuesta y acertaste, pensé que tú eras mi solución y nunca lo fuiste, nos perdimos en un mar de confusiones sin más remedio que temblar cuando nos escuchábamos, llegamos a pelear sin ningún motivo, te generé celos sin querer, nos abrazamos sin siquiera tocarnos, nos criticamos sin siquiera conocernos, nos alejamos el uno del otro sin ningún motivo.

Pasé buenos ratos contigo, quizá no los mejores pero debo reconocer que nunca pasé mal tiempo pensando en ti. Quizá estaba comprometido con un fantasma, uno que no me dejaba hacer prácticamente nada sin recordarte a ti, cualquier cosa era pretexto para saber de ti, sin embargo ahora sé que las cosas no iban igual para los dos y tú ni siquiera sabías de mí. Antes de conocerte lloraba por ti, cuando te conocí me burlé de ti y justamente ahora me estoy despidiendo de ti.

Pretendiste no conocerme, supusiste reconocerme, quisiste convencerme y todo eso lo hiciste sin siquiera conocerte. Te atreviste a aventurarte a lo que quizá ni siquiera querías conocer, todavía te duele saber que estoy con alguien más cuando a mí lo único que me interesa es dejar de pensarte. Olvida todo lo que pasamos o pasaste conmigo, piensa que jamás me conociste y que nunca te hice estremecer todo lo que no conocías o sabías que podías ser.

Te dejo en paz, tú con tu vida y yo con la mía. Espero no hacerte más daño del que ya te hice, pretendo dejar de buscarte para que tú también lo dejes de hacer, deseo dejar de verte para que poco a poco me olvide de todo lo que pudimos ser. Ve con aquel que te hace inmensamente feliz porque lo que está más allá de la inmensidad solo conmigo lo pudiste sentir. Corre directo a la tranquilidad de los brazos de aquel al que nunca conocí, sufre lentamente lo que yo sufrí, engáñate lenta y dolorosamente porque yo no quiero nada más de ti.

Este no es solo un hasta luego sino un adiós. Con esto te digo que me voy de tu vida para que veas mi espalda y en ella cómo se marcha tu felicidad porque más ya no puedo hacer, lo intenté y nunca pude contra los fantasmas que merodeaban lo nuestro. Quizá ni siquiera lo intentaste, eso nunca lo podré saber porque decisiones son decisiones y yo de ti más nada quiero saber y sólo de una manera podría verte otra vez: Pídeme ayuda y ahí estaré. (Mamá tenía razón) Adiós.

domingo, 13 de marzo de 2011

Desvelos en soledad

3 am.
Han pasado casi cuatro horas desde que comenzó mi desventura. Otra vez me envolví en las garras de mi pasado. Podrías reprocharmelo quiza, sin embargo no podría sino responderte con toda sinceridad que estas últimas horas he estado pensando en tí. Me causas una mentira irremediablemente complicada, provocas lágrimas no exteriorizables, sugieres sufrimiento en mí. Quizá sea cierto o no, mas eso no me interesa porque lo que ahora imprimo renace de mi interior y no de aquel ego del que te enamoraste sin remedio. Son las 3 am y no dejo de pensar en tí porque yo sé que crees en mí. Decirte más ya no debo, pensarte más sí quiero...pero te debes alejar puesto que ya ni siquiera sabes de mí y aunque supieras de mí y llores por mí, jamás dejaré de sentirte a tí y solamente a tí...te necesito a tí.

A propósito de tu belleza.
Decirte que simplemente eres bonita o hermosa más que reprimir o alentar mis sentimientos significaría una total mentira. De la misma manera gritar que eres la mujer mas maravillosa no sería sino una insignificante porción de lo que tú eres. Lee con atención: Para mí tú eres el ser más maravillosamente hermoso que hasta ahora (y seguramente vitalmente) he conocido y conoceré. No lo dejemos en una apariencia sino en esa belleza de todo tu ser y aquella pureza que solo tu alma radiante es. PD Tú no eres las mujer más maravillosa que hasta ahora he conocido, sino el ser más entera y perfectamente bello.

Al aire.
Podría escribirte un poco más de cien poemas, mil cuentos donde la única princesa serías tú, cuatrocientas historias relatando nuestro amor. Tantas letras pensadas para tí estremecerían de nuevo todas aquellas cosas que pasamos juntos; sin embargo todas esas desdichadas palabras sólo irían al aire. Seguramente él las abrazaría con toda felicidad y si así fuera, le pediría que con todo su esplendor enviara todas y cada una de las palabras que de mi alma salen para tí.
Ni un hombre ni una mujer pueden andar por la vida vuiendo cómo un amor se les escapa de a poco, sin embargo ¿Qué puedo yo hacer? Nada más que esperar que estas letras lleguen a tí y no sólo queden vagando en el aire.

Procrastinadora.
Toda tú representas una fragilidad sensual imposible dejar de probar, eres un animal difícil de controlar...violenta en ideas e irracionalmente bestial en tu actuar. Deseable como el poder, imposible como acceder a él. Enigmática, poco lógica y mínimamente obvia. Tan compleja como la infinitud, tan básica como el ser parmenidiano, tan confusa como sólo tú puedes ser, tan clara como un axioma. Solamente tú y nadie más que tú.

109.
No debo ni puedo entregarte ciento ocho rosas puesto que ese no es mi estilo ni la mejor manera de decirete que desde que me olvidé de tí no me hace bien ni mal recordarte sino simplemente feliz. Contento a mi modo, entristezco y enternezco cada vez que escucho el susurro de tu voz, me retiro de mí cuando sé de tí; me responsabilizo de todos y cada uno de mis amores. Te pido perdones mi juventud para que así mi alma pueda seguir muriendo en paz. Déjame continuar desean a un fantasma, jamás te alejes de mí. Porque ciento nueve palabras son mucho más que ciento ocho rosas.


sábado, 5 de marzo de 2011

Pájaro multicolor.

Contar la historia de un niño no es tan complicado como parece. Narrar la vida de una persona tampoco lo es, lo que sí es más complicado que tratar que un niño de diez años (como ustedes) me ponga atención es contarles la vida de esta peculiar persona…imagínense amigos a alguien transparente, piensen que tal vez podría estar detrás de ustedes listo para darles un sape. Y qué tal si lo hiciera, ustedes ¿A dónde voltearían?, ¿A quién le reclamarían?, ¿Al aire?, ¿A su compañero de a lado? Pues bien, pongan atención queridos niños porque están a punto de escuchar la vida de un niño que tuvo sombra de pájaro. Esta es la historia de Dan.

Dan nació hace veintiún años, cuando era bebé estuvo rodeado de placeres y buenos tratos. A los cinco seis años se refugió en dulces y juguetes sin saber lo que le realmente pasaba con él. Creció y su vida siguió con normalidad hasta los diez años; cursaba el cuarto grado de primaria cuando un día sin más ni menos se dio cuenta que no tenía sombra como los demás. Le preguntó a su mamá el porqué no tenía sombra y su mamá le contestó que simplemente era la posición del sol y sombra las que no le habían permitido ver su sombra, sin embargo era tan normal como los demás porque ¿Qué persona no tiene sombra?

Dan se propuso investigar sobre su sombra, fue con un estudioso de la sombras y aquella persona solo le contestó que él se dedicaba a estudiar las formas de las mismas pero que era prácticamente imposible que alguna persona no tuviera sombra. El cumpleaños número diez de todos nosotros es especial porque llegamos al doble dígito de edad y hasta que cumplamos cien años llegaremos hasta el triple dígito (bueno eso es lo que pensaba el escritor cuando era niño). Pues bueno, el día 6 de octubre de aquel año Dan tuvo una conversación con el ser más maravilloso y hermoso que había visto: un pájaro multicolor lleno de plumas, delgado y chiquito como todos ustedes.

Al principio el hecho de que un pájaro le estuviera hablando a él le pareció increíble porque como todos sabemos los pájaros sólo saben silbar. El hermano de Dan había quedado sorprendido por aquel acontecimiento ya que sus oídos solo podían escuchar silbidos mientras que Dan entendía y ponía atención en todas y cada una de las palabras de aquel gran animal. De manera increíble y asombrosa, Dan, sin saber “pajariano” podía comunicarse con la dichosa ave.

Lo que se decían era increíble, él le contaba al animal todo lo que le pasaba con sus amigos en la calle mientras que el pájaro no se cansaba de decirle Mo Ni Fe. ¿Qué habrá querido decir aquel animal con esas palabras?...en un inicio a Dan no le importaba porque quizá ni siquiera significara algo, lo que realmete le interesaba era alguien que escuchara sus aventuras matutinas. Habrán pasado unos sesenta y dos días para que la hermosa creatura decidiera abandonar la ventana de Dan (porque ahí era donde platicaban) para no sólo escuchar sino ver lo que hacía el pequeñito durante el día.

Como el animal del que hablamos era un pájaro pues todo lo podía ver desde arriba…solo debía ver cabezas y sombras porque eso de andar volando cerca de la tierra y rozarse con animales que no podían volar era extremadamente peligroso (bueno, eso según su mamá). Al tercer día que salió con Dan, aquel que lo veía todo desde arriba se percató que Dan no tenía sombra.

Cuando Dan reafirmó que no tenía sombra se sintió triste y distinto. El pájaro aprendió el español perfectamente por necesidad de comunicarse de manera clara para decirle a Dan lo que a continuación están a punto de escuchar:

-Hola Dany, yo soy un enviado del Señor…estoy aquí porque Él ha visto cómo sufres porque no tienes sombra, así es que hagamos un pacto entre tú y yo: Tú me darás de comer en la palma de tu mano y yo te regalaré una de mis plumas cada vez que lo hagas-. Dan contestó: -¿Y eso a mí en qué me ayuda?-. Pajarito contestó: -Ah pues cada vez que tú te pases esa pluma por todo el cuerpo desaparecerás y podrás ver y hacer lo que quieras sin que nadie te vea, los demás lo único que podrán ver es la sombra de un pájaro, pero piénsalo bien porque cada vez que tú uses una de mis plumas me iré convirtiendo de poco a poco en un animal blanco o negro, todo depende de cómo uses mis plumas-. Dan aceptó.

Como Dan todavía era un niño no sabía todo lo que podría hacer con esas plumas. Lo primero que se le ocurrió cuando tomó la primera de ellas fue ir a platicar con el Sol, pero hacía tanto calor que la pluma del pájaro se quemó y el Sol con su inmenso poder creó una bolita de calor en la que Dan pudiera estar con él sin quemarse. Aquello fue magnífico porque el Sol estaba tremendamente solo y sin amigos, aquello resultó en que el pájaro se enrojeciera del pico tornándose anaranjado después de haberse tomado un desinflamatorio.

Una por una, Dan le fue arrancando las plumas al animal aquel y éste mientras comía de la mano de Dan era el más feliz de todo el universo. Contarles lo que pasó con cada una de las plumas sería interminable y creo que ya se están empezando a aburrir ¿O no?....Pues aquel pájaro que en inicio era de tantos colores a veces se hacía negro, gris y casi siempre blanco. ¿Saben por qué gris? Ah pues porque a veces lo que hacía Dan no era malo pero tampoco bueno.

Llegó el día en que se terminaron todas las plumas coloridas, se acercaba la despedida y buen recuerdo haber escuchado lo siguiente:

Dan: -Pajarito, tú me hiciste el más feliz de todos los niños, he hecho lo que nadie más y eso se lo debo a tí-. Pajarín: -No Dan, este es un regalo que Dios te envió, yo solo cumplo con mi trabajo-. Dan:-Oye, yo te estoy dando las gracias por haberme ayudado y tú dices que NO-. Pájaro: -Tienes razón, pero como te decía este es mi trabajo-. Dan: -Pero ¿Por qué yo?-. Pájaro: -Porque para ojos de Él, tú eres un niño especialmente maravilloso y hermoso-. Dan: -Eso no es cierto-. Pájaro: -Sí eres-. Dan: -Que no-. Pájaro: -¿No me crees, entonces te llevaré con Él?-.

Dan no sabía ni qué contestar puesto que ni siquiera sabía quién era Dios. La pregunta era ¿Cómo se iban a ir a ver a Dios?, ¿En carro?, ¿En la oruga?, ¿En camión? No, el pájaro tenía una idea genial…le dijo a Dan que le diera de comer Cheetos anaranjados hasta que estuviera tan gordo que Dan pudiera caber en su estómago. Y así fue. Dan se transportó e el estómago del pájaro que se había vuelto pato (la verdad es que siempre había sido un pato pero Dan no sabía cómo nombrarlo).

Volaron cinco días en el alto cielo y francamente Dan tenía mucha hambre hasta que llegaron a un hermoso jardín donde había un hermoso árbol. Ahí Dan se dio cuenta que habían cosas que no existían en la tierra y aquel árbol parlanchín no era la excepción. Dan preguntó inmediatamente porqué hablaba aquel viejo árbol. Incorporándose aquel viejo arbolote respondió que Él era Dios y que podía tomar cualquier forma que quisiera, inclusive un pájaro multicolor. Hablaron por cuatro años terrenales porque en el cielo no existe el tiempo y Dan pidió quedarse en ese bello lugar. Dios le dijo que todavía no era tiempo para que él estuviera ahí por siempre. Dan le preguntaba por qué lo había mandado a la tierra sin algún tipo de sombra, Dios le contestó que él no tenía sombra porque esa mancha negra que tienen los demás no es tan útil como todos lo creen y que Él había considerado innecesario que Dan tuviera una sombra cuando tenía la facultad de curar a los demás con su mano.

Pasó el tiempo y Dan cerró la plática preguntando cómo hacer para comunicarse otra vez con Él, Dios contestó que con cada gesto de amor que Dan tuviera podrían comunicarse los dos. Dan no entendió el mensaje y regresó a la tierra donde lo esperaban sus amigos siempre recordando que había regresado para ayudar a la humanidad.

Ya en tierra Dan tuvo que despedirse del pájaro blanco, despedida que el autor de este cuento escucho y tratará de repetir a continuación:

Dan:-Pájaro para mí, pato para los demás: Gracias a ti he sido feliz estos últimos meses y por eso aunque sé que me dirás que NO, debo decirte gracias…solo te quiero preguntar lo siguiente…¿Qué es Mo Ni Fe? Y ¿Por qué Dios se me apareció en un arbol?-. Pájaro:-Porque los nuevos amores y las nuevas amistades crecen como los arboles y Mo Ni Fe significa Te amooooooo-.

Este cuento fue escrito el viernes cuatro de marzo del dos mil once al medio día mientras yo, Dan-Dany-Daniel alimentaba a unos patos y me esforzaba para que esto les gustara a los niños que lo leerán o escucharán.