Soy exitosa en todo lo que hago, monetariamente tengo remanentes depositados en instituciones bancarias, en la calle cuando me ven todos me buscan la cara para saludarme, en cualquier lugar se ofrecen para abrirme la puerta del carro así como de la entrada principal, no me llaman por mi nombre sino por mi título “licenciada”, algunas personas han hecho hasta lo imposible por quedar bien conmigo, tengo una familia que cualquier otro envidiaría, el que supone ser mi prometido es todo lo que había querido desde hace muchos años, mi vida era todo éxito, felicidad, mieles y rosas. Sin embargo y pese a todo lo anterior, mi vida cambió desde que te conocí.
Mi vida representaba la rutina que me hacía feliz, eran números secos y sinceros que sólo mostraban objetividad, era la repetición de lo mismo una y otra vez, era lo que me hacía sentir plena, era lo que sabía hacer de manera cabal, era lo que me hacía ser yo misma, era lo que carecía de sentido, era a lo que me había inclinado todo lo que aprendí desde niña, no obstante llegaste a mi vida y me volviste loca.
Cambiaste todas mis estructuras, me enseñaste que no todo era lo que yo creía, reconociste mis debilidades en todo su esplendor, me mostraste cómo era realmente, me abriste los ojos a algo que nunca quise conocer, me hiciste diferente, me tornaste terca, me volviste ofensiva, me hiciste renacer, me reviviste en algo que hasta ahora me cuesta trabajo reconocer.
En casa todo ha ido igual, mi prometido no deja de llamarme para saber cómo está su princesa, mi madre y padre no dejan de ponerme atención a todos los actos que realizo, mi trabajo ha disminuido en cantidad y eso me está trayendo ratos de ocio. Mis momentos a solas están siendo un infierno porque mientras debería estar pensando en mi prometido y en la familia hermosa que tendremos sólo puedo pensar en tí.
Tú tienes la culpa de todo ¿Por qué tuviste que aparecer en un momento tan poco indicado?, ¿Por qué no me dices que nos vayamos juntos a no sé dónde?, ¿Por qué no me puedes tan sólo querer aunque yo te ame? Dímelo por favor, contéstame, dime algo, dime mentiras, dime que soy sólo para tí y que no te comparto con nadie más.
La única verdad es que a veces sueño contigo y además de eso cuando como pienso en ti, al momento de estudiar tú eres mi objeto de estudio, cuando estoy con mis padres analizo cómo sería estar contigo en todo momento, cuando estoy con mi querido siento tus brazos alrededor de mí, cuando me pide un beso siento que te lo estoy dando a tí, cuando me toma de la mano deseo que fueras tú el que me tomara.
Debo reconocer que me estás haciendo mucho daño, me dan celos verte con alguien más, me causa terror verte platicar con las demás, no tolero ver que tus compañeras del trabajo te abracen frente a mí, no soporto la idea de que estés cerca de cualquier otra que no sea yo, me causa pánico siquiera pensar que estás con alguien más, no podría soportar verte feliz sin mí a tu lado. Y es que fueron tus abrazos que como sablazos me hicieron pedazos, afiladas todas tus miradas me dejaron destrozada y en llanto inundada. Ya no quiero ir hacía ti corriendo, ya no quiero escuchar tu nombre.
Déjame ser feliz a mi modo, no me quites más mi tiempo, no pretendas que te voltee a ver porque dejar de hacerlo sería como aniquilar todo mi ser cuando lo único que pretendo es encontrar la ruta de tu alma y seguirte amando. Podría seguir desnudando mis sentimientos pero qué chiste tiene hacerlo si tú jamás entenderás mis razones, qué sentido tiene seguir haciéndolo si yo sé que somos imposibles.
Sé que no debo decir lo que dicta mi emoción, sé que gustas de mí y no sé por cuál razón. Los celos me siguen matando, quiero estar cerca de ti y mi amor te está esperando. Yo te quiero hacer feliz. Quisiera decirte tantas cosas pero ya sé que la vida es así. No me atrevo a decirte toda la verdad, sólo quédate sentado donde estás hasta el fin como si nada así quizá podrás notar mis miradas. Tú me desesperas, ya no me puedo controlarme, daría la vida entera por poder besarte pero tan solo puedo mirarte. Mala suerte la mía porque si pudiera hablarte te diría lo que siento pero ahora tan solo puedo mirarte con mi corazón agonizante.
Sólo me resta desear que encuentres alguien que te haga sentir lo que yo siento cuando te veo o cuando escucho tu nombre. Que sientas mariposas en el estómago y que día a día mientras tengas la dicha de verla te enamores de ella tanto o más como yo de ti. Mientras tanto yo seguiré con mi vida de éxito y trataré de sincerar mi corazón de ahora en adelante para que no me vuelva a suceder todo esto, cuestión imposible porque otro como tú jamás en la vida.