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sábado, 28 de mayo de 2011

Desconocido

Es totalmente normal encontrar una pareja y pasar momentos increíbles con él o ella, altibajos, tragedias, aniversarios y todas esas cosas padres que suceden. Quizá con el tiempo uno de los dos agentes piense que el otro es la pareja de su vida y que nunca podrán encontrar a alguien semejante y es verdad puesto que todos sabemos que somos únicos e irrepetibles en cuestiones sensuales y aprehensivas. Por ende, ese sentimiento se hace recíproco y la otra persona se crea la necesidad y afirma el reconocimiento del uno por el otro.

Bueno, la relación se concreta e inclusive los padres de las parejas conocen a aquel o aquella joven que hará trizas o conformará una vida integral con su descendencia. De acuerdo o no, los padres califican a la persona y todo se vuelve más seria. Se presenta la onda de las comidas formales e informales con la familia donde se presenta a la pareja como algo prudente y fijo, donde las tías dicen: ay mira, tan seriecito que se ve…cómo me gustaría que a mi hijita le tocara uno como él.

Pues la verdad es que cualquier mujer se podría enamorar de la perfección de un joven maduro con un trabajo bueno, un título de un college prestigioso, carro seminuevo, de familia y costumbres refinadas, tarjetas de crédito, reloj de cuarzo suizo y un outfit tan liverpoolescamente ajustado que da envidia o pena quizá por saber que aquel güey se gastó unos tres mil varos en lo que bien se puede encontrar en unos quinientos a lo mucho.

Pasa el tiempo y todo corre con normalidad, trabajos bien pagados, cenas nice y varios detalles recíprocos que van desde los mariachis hasta la crema La Prairie…todo depende de la persona. Saben, ahora que escribo eso de la crema me causa risa porque sé que los que leen esto pues tienen un nivel económico bueno y casi estoy seguro que no saben de qué crema hablo. Bueno, pero ultimadamente eso vale madre.

La relación vuela a lo que, como dice un gran amigo que cumple años el 14 de febrero, huele a mole. Ambos se sienten plenos y completos porque ya encontraron al bueno, al que los hace sentir el o la mejor, pero... ¿Están seguros de que es la persona indicada? He aquí la historia de una mujer que cambió la comodidad por lo que desconocía, una adulta que dejó un cuento de hadas por la tragicomedia momentáneamente

La historia se mueve con tres personas: Él con todo lo que exige la vida moderna, Ella con todo lo que pide un hombre y el Otro era una especie en extinción, un animal por naturaleza, un pensador por accidente, un defecto en el sistema, un aprendiz de poeta, el centro de esta chafa historia. La relación entre la pareja estable era padre, él y ella se escuchaban y complementaban en todo, se sabían que eran el uno para el otro, sin embargo tenían un defecto: no sabían ser pasionales. Sin darse cuenta se mataban con sus rectitudes, se maniataban con sus procedimientos perfectos y es que aunque suene idiota, hasta lo perfecto con el tiempo se vuelve imperfecto.

Él era y todavía me imagino que es un caballero, de esos que todo lo hacen bien, que no toman ni una gota de alcohol, se ejercitan, son nobles de sentimientos, frágiles en emociones y un chingo de cosas más que asombran a la mayoría. Ella era lo mismo que él pero en mujer entonces eran algo así como una pareja de tenis tan chingona que ni los mismos Federer y Nadal juntos podrían derrotar. No se veía por dónde pudiera flaquear aquella relación de una pareja muy pareja, no se veía hasta que ella conoció lo desconocido…un cabrón que rompía esquemas y prototipos.

Bueno pues este güey, ahora que lo veo es bien despreocupado por su imagen. Tiene ideas bien complicadas y quizá poco innovadoras. Sin embargo lo que hasta ahora me tiene más allá de asombrado es que encaja en todos lados. No sé cómo le hace pero en todos lados puede tener comunicación. Pues tras la aportación del escritor, osea yo, sobre este ser regreso a la historia. Pues resulta que por cuestiones laborales Él era tan cabrón en el trabajo que los altos mandos lo envían a no sé qué país del este de Europa para revisar algunos papeles importantes que la verdad no eran sino ogetadas de corporaciones trasnacionales. Pues Ella medio triste y confundida decide un buen día concretar una charla con el Otro al que todo le resulta perdido y simple. Este personaje sin intenciones de nada acude a la charla, misma que según me cuenta, ha de haber durado unas cuatro horas porque algo pasa con este tipo…mientras yo le hablo lo único que hace es observarme de manera cruda y hace anotaciones que no me deja ver.

La cuestión es que Ella cayó redonda en la oralidad del Otro y es que no es para menos, digo: a este canijo si algo hay que reconocerle es que sabe emplear de manera muy genuina una expresión o una palabra. Sucedió que, o más bien, se dice que Ella buscaba mucho a este Otro para conversar de cualquier tontería pero Él se iba dando cuenta de manera progresiva que Ella cambiaba en actitudes en inclusive en expresiones.

Contarles lo que acabo de escuchar sería invadir la privacidad de los personajes, y no me refiero a algo de intimidad sino a otras ondas bien complicadas de describir y como soy bien pendejo para expresarme y cuando digo o escribo groserías pierdo credibilidad pues la verdad no pienso describir ese espacio temporal de enamoramiento o decepción simultánea….porque ahora que se me ocurre ¿Quién piensa que el decir groserías hace perder credibilidad o porte a quien las dice? Sólo alguien que no entiende que no hay malas o buenas palabras sino buenas o malas intenciones.

Por tiempo Ella se alejó de Él para estar con el Otro y el triángulo que nunca llegó a ser amoroso se hizo tan complejo que creo que no entiendo cómo funcionaba. Pero el protagonista de esta historia me cuenta que le resultó complicado comprender lo que no se debe y al mismo tiempo descubrió una nueva parte de sí, ¿Cuál? Que las personas reciben por voluntad y representación lo que vienen dando y bien sabía que merecía ser maltratado porque simplemente no merecía àElla no merecía a otro sino a Él, aunque Ella supiera que su motor era lo desconocidoß

Estimados lectores, como escritor debo decirles que para que el personaje este tan peculiar decidiera contarme una partecita de su vida tuve que invitarle un par de quesadillas de a diez varos cada una, claro con el refresco incluido y no dudo ni un momento que apenas estuviera bajándose la peda de ayer porque todavía olía a alcohol igual que yo. Esta historia mal contada y con muchas groserías debe ser mejorada por alguien más, bien sé que ha sido vivida por muchos pero entre toda la mala redacción y las ideas incompletas debo resaltar la siguiente frase: El miedo a lo desconocido es normal, lo que no es normal es que te enamores tan pronto de lo desconocido, bien lo decía Delfos…just do it. (y aunque eso no dijera en el Oraculo de Delfos, este es mi texto y yo puedo hacer de él lo que quiera).

Nota: Una disculpa por las groserías, pero así hablo y si no les gusta lo siento mucho. En serio ofrezco una disculpa si los incomodé de alguna manera.

2 comentarios:

  1. Y POR FIN EL PERSONAJE EL OTRO??????? DESAPERECIO EN LA BRUMA DE LA INCERTIDUMBRE PASAJERA¡¡¡¡¡?????

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  2. Depende quién pregunta...depende la respuesta.

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