Vistas de página en total

martes, 5 de abril de 2011

Padre mío:

Me sorprende que tras tantos años de no saber de tí me hayas escrito las palabras que mis ojos lloraron. Vocablos hirientes que jamás hubiera leído en tí llenaron de vidrios mi alma, sin embargo, me causa un llanto sonriente que tuve que haber esbozado hace más de una década.

Haz de saber que tengo un hijo de 3 años y que mi esposa falleció hace un par de años en un accidente automovilísitico...el niño, MI HIJO, se llama igual que tú. Hace ya tiempo me olvidé de todo lo que le hiciste a mi madre. Mas no se me olvidan todos los gestos poco amables y nada paternales que tuviste conmigo. Te pido por favor que no llenes más líneas o la boca tuya con el nombre de mi madre, concédeme una sola cosa: No intentes reparar los errores que tuviste conmigo.

Si de consuelo te sirves debes enterarte que mi hermoso se parece a tí, esto me lo dijo Cande (mi primer nana) hace pocos días que fui a verla por sus 50 años. Mi mujer me decía que se parecía a mí, mas yo sé que éste niño es igual a su difunto abuelo.

Qué te puedo responder yo sobre tu nueva mujer, si es tu maldición o no sólo puedo responder que alguna vez te tenía que tocar. Nunca supiste respetar la memoria de la madre mía. Murió con dolor y esa fue tu culpa, no hablo de un dolor que se quita con una pastilla sino uno de esos que cesan hasta la muerte. ¿Te cansaste de lo bueno? Papá ¡éramos perfectos! Pero toda fue culpa tuya, todo lo echaste por la borda para seguir con tus cosas en la calle. Hasta el último aliento de mamá te amó con todo su ser y tú sólo supiste engañarla una y otra vez hasta que el Dios mío, y nunca tuyo, se la llevó.

Si vives feliz o no es tu vida. Poco me importa que te estés muriendo o que hayas contraído alguna enfermedad, si a tí todavía no te hiere porque ni siquiera sabes que hasta hoy sigo pensando en la mujer de mi vida. Padre mío yo que soy sangre de tu sangre entiendo bien la necesidad que tienes de expresar tu pesar pero nada debo hacer porque tú en reiteradas ocasiones me gritaste que no me metiera en la vida de los demás y menos en la tuya.

Siempre te gustaron las mujeres vulgares, las que mascan chicle en público, las que tararean canciones rancheras de la radio, que no hablan y gritan, es más te apuesto a que tu mujer no sabe caminar de la manera que mamá sabía hacerlo. Envidio esa forma que tienes de mostrarte entero cuando sabes que tienes el mundo con todo su peso encima de tí, puedo leer que las cosas no van bien y que realmente te duele en lo más profundo saber que te están engañando a tí hombre de mil mujeres y bajo mundo.

Ya no sé ni qué escribir, se supone que tendría que llorar pero me llena de satisfacción que siquiera pienes en lo feliz que pudiste haber sido a lado de mi madre. No te odio, dame la oportunidad de agradecerte por haberme dado la vida ya que seguramente ha sido lo único bueno que haz hecho en toda la vida.

PD. Te mando una foto de mi hijo (que no es tu nieto)

Bendiciones

No hay comentarios:

Publicar un comentario