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martes, 27 de diciembre de 2011

Cómo no conquistar a una mujer.

Este que están a punto de leer es un texto atípico puesto que por lo general es hasta cierto punto normal leer catálogos de cómo hacer o qué hacer pero nunca al revés, es decir, qué no hacer pero alguna vez le escuché a una persona a la que le tengo mucho aprecio que antes de saber qué quería hacer de su vida tenía perfectamente claro que era lo que no quería ser ni hacer. Es por eso que con demasiado atrevimiento intentaré hacer un tipo de listado de acciones y omisiones también que llevará a cualquier hombre y ¿por qué no? A cualquier mujer a conquistar a una dama, hembra, vieja, princesa, fémina…o cualquier adjetivo tan poco atinado o altamente refinado que gusten ustedes.

Existe una ley universal que enuncia la imposibilidad de hacer homogenizaciones de las especies puesto que el más mínimo de los detalles hace diferente o distinto al otro de mí y a mí de aquel así es que hablar de la o de las mujeres en general es tan complicado como decir que todos los hombres somos iguales (frase célebre de muchas mujeres).

Así es que sin más será conveniente dirigir éstas palabras a cierto sector de mujeres para que no se sientan ofendidas o aduladas creyendo que esto va dirigido particularmente para alguien. Aterrizando todas y cada una de las ideas que he ido trabajando me he podido percatar de muchísimas cosas que al parecer son superfluas pero en realidad son tan o mucho más importantes que tener el control remoto de la televisión para muchos hombres.

¿Cómo no se conquista a una mujer? No se conquista a una mujer siendo ordinario, es normal que a las mujeres no les guste el hombre promedio porque es normal que cualquier humano siempre quiere más, es decir, si ustedes le preguntan a una mujer sin novio, esposo o pareja por qué no sale con tal o cual persona que a ojos de los demás es humilde o sencillo les va a contestar con un grandioso: no es mi tipo y en el peor de los casos dirá porque es un X.

No se conquista a las mujeres siendo honesto, claro está y esto me lo he preguntado y lo he preguntado muchas veces a demás hombres y mujeres el motivo de la constante búsqueda de lo que en realidad no quieren encontrando una respuesta tan retórica que da miedo, ¿Cuál es la pregunta-respuesta?...yo también me lo pregunto.

El tipo que es aburrido no tiende a ser atractivo a los ojos de los demás, no solo de las mujeres, puesto que es normal que alguien que no tiene mucho por decir tampoco tiene para dar. Siendo un terrible error porque bueno, este apartado creo que merece ser mencionado al final del texto para rematarlo.

No se conquista a las mujeres con pobreza, ya Ovidio habló del contrapeso del dinero en las “competencias” por la mujer pero es un enemigo tan grande que los detalles de corazón son tan poco valiosos como las monedas de 5 centavos. No se es agradable ante las damas siendo caballerosos porque terriblemente ahora al ser servil se le toma en calidad de esclavo-paria de los demás.

Se debería conquistar con cuestiones de afinidad pero ahora la afinidad se reduce a un encuentro casual en algún lugar nocturno o en el peor de los casos pegados frente al monitor de una computadora, lo que nunca pega es llevarle la contraria a las mujeres porque quién sabe porqué ellas siempre tienen la razón en todo y aún cuando uno sabe que la tiene debe callar porque ir contra la palabra de una mujer es ir contra todo su ser.

No se conquista a una mujer insultándola. Esta sí es universal y atemporal porque más adelante y ya enojadas o enojados verán el matiz que toma esto, pero un insulto a una mujer es tan penado moralmente que bien se debería castigar con la ley del hielo (la más cruel de todas las leyes creadas por el ser humano,creo que esta pertenece al derecho divino).

Jamás se conquista vistiendo mal, en una ciudad donde todo resulta aparente lo peor que nosotros los hombres podemos hacer es no estar a la moda…¿moda? Bueno, cuando el concepto moda se reduce a Zara, Ray-Ban o Polo considero que habrá que ponerse a revisar las tendencias y todas esas ondas, cuestión que me hace pensar en la utilidad de las cosas.

No sirve eso de ser inteligente puesto que lo smart guys normalmente son tan típicos que gustan de cosas tan irrelevantes como un libro. Tampoco funciona no tomar o hacerlo en moderación porque en verdad que los fines de semana se hicieron para terminárselo en copas y emplearlo con amistades por conveniencia.

Algo que jamás servirá es lo axiológico, y hablando de axiología eso de las palabras rebuscadas no impacta en nadie aunque este tipo de vocablos sean universitarios hay ciertos profesionales que no saben lo que significa, obviamente mucho menos lo que implica.

Yo bien sé que a estas alturas del texto muchas o casi todas las mujeres que lo están leyendo mínimo me están tomando de inexperto y muchos hombres se están riendo o mínimo sonriendo pero a lo que voy en verdad es que las etapas en los seres humanos están dividas por acontecimientos y la mujer a la que estoy describiendo arriba está alrededor de los 17 y los 24 años, obviamente no todas las que están en este rango se ven reflejadas en este texto y es por una sola razón, casi seguro estoy que todas ellas ni siquiera pueden leer más de 3 hojas Word porque simplemente es aburrido saber.

Esos acontecimientos de los que hablo casi siempre son muy marcados en la mujer, específicamente la mujer que ha sufrido un engaño o maltrato de cualquier hombre queda marcada como víctima y cambia todo su escenario dejando de buscar al prototipo Ken (el de Barbie) porque saben que no hay mucho que escuchar o compartir con esa persona que en realidad tiene todo lo que tiempo antes deseaban…verdadero o no, esto tiene todo de cierto.

Esperando leer muchas reacciones de mujeres enojadas ante este texto, realmente lo que me gustaría es ver y no leer. Es tiempo de abrir los ojos…lo siento no me hagan caso, quién soy yo para decirles lo que deben o no hacer al final al que le guste la mierda que siga en la mierda.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Confesión de un consejero.

Para quien tiene seguimiento de lo que hago o dejo de hacer, bien pudo haberse dado cuenta que hacía ya tiempo que no escribía. Gran parte de eso se lo puedo atribuir a mis terribles labores universitarias y otras tantas a las netamente laborales sin embargo debo confesar que no había tenido algo significativo o propicio que me causara asombro; nada más que una noticia que cambió mi percepción (subrayo percepción porque esa palabra significa mucho para quien seguramente leerá esto) de manera tan contrastante y definitiva que incluso ahora mismo sigo definiendo y defendiendo mi postura ante eso: la paternidad.

Hace ya casi un mes o poco más, uno de mis mejores y lejanos amigos me comentó sobre la grandísima noticia que su, hasta ahora novia, se encontraba en estado, es decir, embarazada. En verdad que haber leído eso me conmovió hasta el punto de la cristalización de uno de mis ojos puesto que en aquel altísimo amigo mío siempre vi no solo la estabilidad espiritual sino la proyección misma de las posibilidades del alma, la libertad de nosotros los seres humanos, veía un ejemplo de vida.

Él me comentaba que haber recibido esa noticia lo tenía a flor de piel y que no estaba confundido por el hecho de esperar un hijo sino que supongo que a todos nos pasa lo mismo cuando, por primera vez, nos dicen que seremos padres o madres y es justamente de eso sobre lo que quiero escribir unos cuántos párrafos.

Esta vez, éstas letras no estarán dedicadas a una persona cierta. Esta vez van dedicadas a ese nene o a esa nena que todavía no tengo en mis brazos, a ese bebé que me despertará todas las noches restantes de mi vida, al producto del amor entre su madre y yo, a la prueba más palpable de la existencia de Dios, a quien mi abuelo hubiera querido tener entre sus brazos, al niño que terminará de cerrar mis días de fiesta, al deseo más grande que ahora mismo tengo, al que dirán que se parece a su tío, al que si de algo nunca carecerá será de amor, del que tengo la certeza que será mejor hijo que yo, mejor escritor que yo, mejor deportista que yo, mejor estudiante que yo, mejor persona.

Sé que todavía no duermes conmigo, ni que eres palpable hasta ahora pero como decía arriba espero que llegues en el momento indicado puesto que ahora tengo la madurez para tener un compromiso vital, uno tan grande y hermoso como tú. Quisiera encontrar una madre para ti con mis convicciones, quisiera que comprendiera lo que hago pero solo el tiempo y las circunstancias dirán quién será aquella mujer en la que estarás alrededor de nueve meses…siendo sincero contigo me gustaría que esa persona a quien llamarás mamá tenga siempre presente que es la madre del ser más maravilloso para mis ojos.

Han pasado varios días que entre líneas he comentado con mis cercanos la idea de tener un hijo pero hasta el día de hoy domingo 11 de diciembre del 2011 (una de la mañana) no tengo siquiera la cercanía de hacerte realidad y que sepa la gente que no te estoy buscando a toda costa pero la verdad es que en los escenarios que he estado últimamente creo que ya no me pertenecen ni yo a ellos. Debes saber que tu padre tiene un compromiso muy grande con mucha gente y que esa gente alguna vez te hará saber qué tanto les he ayudado, debes saber también que me he perdido de muchas cosas materiales porque esa ha sido mi decisión, no creas hijo que soy perfecto, también soy ser humano y me he equivocado incontables veces pero que día con día trato de corregir lo malo, otra de las cosas que debes saber es que tengo en tu abuela, tío y bisabuela grandísimos ejemplos de cariño, mismo que seguramente el día que leas esto dirás que has recibido a montones porque si de algo estoy seguro es que no seré el padre perfecto puesto que el único que merece ese calificativo es Dios mismo.

Seguramente la gente que lea esto se confundirá pensando si realmente este es mi sentir y no tienen motivo para hacerlo porque aquellos que son padres me darán la razón al enunciar que no hay palabras más honestas y verdaderas que las que se le dicen a un hijo y aunque tú todavía no existes, haciendo honor a la verdad tengo el conocimiento que estás escrito y descrito en mi historia de vida.

Tu padre es una persona que la gente cree atípica y en verdad que así soy porque tengo hasta hoy actitudes incomprensibles a los ojos de la multitud pero en la vida he pasado muy malos tragos, pero hoy con veintidós años he visto mi primer gran sueño hecho realidad y no te estoy hablando sobre que egresé de mis estudios universitarios sino de algo de lo que estoy seguro serás tres o cuatro veces mejor que yo.

No veo el día en que nazcas, ya quiero llevarte de la mano a la escuela, quiero verte sonreír, haré todo lo posible porque nunca nos veas a tu madre y a mí pelear, deseo enseñarte a amarrar tus agujetas, a mostrarte cómo tirar una pelota de baloncesto, a respetar a tus mayores, a decir hola y adiós, quiero jugar videojuegos contigo hasta que tu madre se enoje con los dos, quiero escucharte por las mañanas decirme buenos días pa, quiero que te equivoques, necesito ver cómo te esfuerzas por lo que quieres, cuidarte los días que te enfermes, cargarte sobre mis hombros hasta que ya peses tanto que no te aguante, ya no puedo escribir más porque puedo echar a volar más mi imaginación y creo que no es tan conveniente por ahora.

Hijo mío, soy una persona muy feliz y entregada a mis cuestiones pero si hay algo que me hace falta en esta vida y de lo que estoy seguro es que algún día nos veremos de frente y con mucho amor diré que eres mi hijo. Esto seguramente será divulgado en algún lugar y con suerte en una publicación pero lo que me interesa es que dentro de mucho, muchísimo tiempo leas aquello que a muchas personas les cuesta demostrar y describir.

No puedo hablar por los demás pero sí por mí e hijo mío ten por seguro que en mí verás un amigo, un ejemplo, un ídolo, un superhéroe y todo lo que quieras ver porque si tengo otra gran petición por hacerle a los Santos es tenerte en mis brazos el día más acertado y con la mujer más idónea. Creo que estoy exagerando mucho, pero de metas vive el hombre y tú eres una de esas que tengo en mi proyecto, uno que no puede concebirse sin tu existencia.

Si algún día me equivoco en mi hacer o en mi pensar te ofrezco una disculpa de todo corazón pero te juro que trataré que nunca sea así porque por ti y por la que sea tu madre haría todo lo posible por verlos felices mas si en ese intento fallo, entérate que seguramente fueron circunstancias externas las que me hicieron fracasar. Hijo mío, un texto siempre termina con un punto final pero yo no estoy dispuesto a ponerlo si la última sentencia no termina con un: felicidades, es usted el padre de un hermoso bebé. Hasta pronto.

PD. Esa persona tiene razón al decir que la sequía de ideas es la lluvia de inspiración