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domingo, 14 de febrero de 2010

González Camarena

Tras una mínima investigación documental me encontré con una grata sorpresa, esto es, dos mexicanos relevantes (en cuanto a obras) tienen estos apellidos. El primero Jorge, pintor no tan conocido en México sin embargo tiene reflejos de su obrar en Chile y otros países (no se es profeta en propia tierra). Por otro lado Guillermo que es el que nos atañe en este ensayo.

Este inventor, científico y estudioso de los astros increíblemente es mexicano; nacido en Guadalajara, Jalisco en tiempos del fin de la revolución mexicana. Esta mente brillante, según cuentan los textos, fue un niño asombroso en cuanto a desarrollo de artefactos; desde pequeño se preocupó por el perfeccionamiento de estos mecanismos que a la postre resultaron en uno de los inventos más atractivos del siglo pasado: la televisión.

Sería un tanto aburrido y predecible listar los inventos y lo trascendente de este compatriota, sin embargo sería un error fatal no mencionar que gracias a Guillermo los medios de comunicación, propiamente la televisión, han tenido un auge espectacular en tiempos modernos.
González Camarena tuvo una estrecha relación con la gente inversionista del país de los años sesentas, la relación entre Emilio Azcárraga Vidaurreta y él se fortaleció cuando ambos firmaron un convenio en el que Majestic estaba autorizado para vender televisores a color netamente mexicanos. Increíblemente para aquel entonces (1971) existieron producciones de calidad que inclusive han perdurado hasta estos tiempos, si no saben cuál es esta producción le pueden echar un vistazo al chavo del ocho. Resulta de vital importancia mencionar que en aquellos tiempos existiera una figura que ahora está prohibidísimo en los Estados Unidos Mexicanos: el monopolio; La XEW (Televisa) era la única responsable de emitir noticias que por supuesto era sólo a nivel nacional.
Como mexicanos siempre nos ha caracterizado la inconformidad ante todo; nos quejamos de nuestros gobernantes, figuras públicas e inclusive jugadores de fútbol. Nunca estamos de acuerdo con las decisiones que se toman a nivel federal pero nunca hacemos nada más que emitir palabras al aire. Una de las decisiones más importantes que debe tomar el gobierno a principios de cada administración es en qué se debe invertir el erario público; la mayoría de los representantes del ejecutivo se han inclinado por combatir el hambre, el analfabetismo y recientemente el narcotráfico ¿Sabemos que porcentaje se destina a la investigación en México? No más del 3%, entonces que hacen las mentes predilectas de nuestro país, voltean a los Estados Unidos de América para que financien los proyectos de investigación que de algún modo pueden llegar a ser relevantes. Creo que México debe tomar el modelo japonés en cuanto a inversión en investigación se refiere y crear un nacionalismo tal que haga enorgullecernos de nuestros representantes y por supuesto del sector intelectual.
González Camarena fue una de esas personas destinadas a brillar, un ejemplo de que no sólo las influencias son las encargadas de abrir el camino laboral, las ideas y el talento natural son también un catalizador para el éxito personal, ya que el éxito en sociedad siempre ha de ser relativo al ser que reciba los halagos.
No se puede escribir mucho de un científico que no conoció de los alcances que su invento tiene, este personaje murió para 1965 en un accidente automovilístico; imagine usted lector que orgullo ver los resultados de una investigación personalísima. Ya que González Camarena no puede realizar este acto de asombro creo que debemos hacerlo nosotros los que día con día disfrutamos de lo que un mexicano realizó con tanto ingenio y talento.
Ahora que sabemos que un mexicano es el responsable de la televisión a color debemos tomar consciencia que nosotros también podemos realzar ese tipo de acciones, no importa que el gobierno mexicano limite nuestras acciones, primero tenemos que demostrar que realmente nuestro trabajo vale la pena para que el Estado financie nuestro proyecto.
Por supuesto que lo anterior fue un sólo un impulso, ya sé que estas palabras no van a alentar al lector para peder su tiempo en leer, escribir o simplemente reflexionar; algunas veces resulta más interesante pensar en cómo un equipo de fútbol va a desarrollar su juego.
Lástima de los preocupados por hacer de su país un lugar menos inhóspito, están perdiendo su tiempo ya que a la sociedad mexicana no le interesa cambiar el modo de vida, mientras haya diversión mundana y el precio de la canasta básica no aumente en demasía todo está muy bien.
Creemos que el rumbo del país es ascendente, error ya que tal vez estamos creciendo económicamente pero no culturalmente; simplemente no estamos preparados para un cambio sustancial ya que no tenemos con qué respaldarlo. Por supuesto que si llegamos algún día a ser un país diferente será gracias a este tipo de impulsores de la ciencia y la tecnología, no obstante no sólo de ciencia vive el hombre sino de cultura y amor.

Arte sobre arte

Para comenzar este breve ensayo tengo que hacer especial énfasis en que uno de los grandes culpables de la división entre arte clásico y las vanguardias fue el creador Marcel Duchamp, él osciló en distintos estilos tales como el fauvismo y el cubismo; además no sólo produjo pintura sino algo de escultura y los tan contemporáneos ready-mades. Hablar de un ready no es tan fácil ya que como dice un buen amigo: “Un ready made no es más que un objeto fuera de su contexto habitual al cual no podemos analizar ni ver sino observar”. Es en la observación donde me entiendo con lo que Shwanitz desarrolla en su obra La cultura.

El método para ver una obra de arte se mantuvo intacto durante mucho tiempo, no obstante, algún inconforme desarrolló un movimiento que para él significaba poco pero que a la postre resultaría en la matriz de las vanguardias. Hablando de matrices, me viene a la mente lo que fountain significa para algunos pocos. Si uno habla de vanguardias por supuesto y de manera evidente no puede dejar de lado a Marcel y su obra más conocida fountain. Tras una corta discusión con conocedores del tema me quedo con la opinión que dicha obra representa una matriz; la prueba más evidente: el pseudónimo. Si uno altera el orden de las letras de aquel pseudónimo se da cuenta que dice MUTTER, palabra que significa “madre” en alemán, por ende es ahí donde le encuentro la razón de ser a dicha obra. No se trata sólo de un mingitorio al revés sino de una idea tan elocuente como la de una fuente de humanos, una mujer, una madre.

Si hay algo que me queda claro en las vanguardias es el egoísmo de los autores, ese sentimiento individual que tienen, repudio hacia las agrupaciones, odio hacia los movimientos, afán por crear, por saberse establecedores de su arte. El arte moderno se trata de una antítesis sintética, es decir, va en contra de lo dictado y de lo que es y además resume en sí misma a sí misma.

El arte moderno para mí, al igual que la filosofía se trata de un estado de contemplación, ergo asombro. Asombro que conlleva a darle una interpretación distinta y muy personal a la que se debe dar en las obras clásicas. Así, en el modern art uno se da el lujo de entender lo que a uno le plazca y no de tratar de entender lo que el autor quiso decir. Complicado o no, esa es la actitud que se toma ante un arte tan complejo y tan sencillo a la misma vez; complejo y sencillo ya que como en la mayoría de los fenómenos actuales, se presenta una condición que a todos nos hace únicos y diferentes: el relativismo.

Concluyo con: no se trata de arte moderno, antiguo, fauvismo, cubismo, expresionismo, impresionismo o todo lo que termine e ismo; sino de creación-contemplación-asombro. No debemos criticar a un autor ni mucho menos a su obra teniendo prejuicios. Debemos ser de alguna manera sensibles ante las expresiones de aquellos que se aventuran a demostrarse a sí mismos a través de un lienzo, una hoja e instrumentos musicales para que de esa manera nos formemos un criterio propio.

Destino

Platicando con un genio de la medicina llegamos a un punto en el que ambos coincidimos plenamente. Él exponía argumentos sólidos que incluían conceptos neurológicos un tanto complejos, mí aportación estuvo basada en la observación y en métodos comparativos sin base alguna. Lo primero y lo segundo se conjuntaron y pudimos definir el matiz que toman los pensamientos de las personas que oscilan alrededor de los veinte, veinticinco años. Un tanto apresurado o no, esto fue lo que dedujimos.

Cuando se es joven se toma una actitud vale madrista. Nunca se toman las cosas en serio y cuando se hacen es por seguir un patrón predeterminado que resulta en una actividad repetitiva, misma que si resulta incomoda se realiza por simple costumbre. Así planteamos que al menos en el caso de los mexicanos tenemos una personalidad ridícula, que se deja llevar por las primeras impresiones y peor aún por las cuestiones materiales.

Posteriormente enfatizamos la conversación y la llevamos hacía el terreno de las relaciones interpersonales. Ahí establecimos un ejemplo que a continuación enunciaré: Una mujer que llamaremos R es de las que, en el nivel medio y superior académico, acaparan las miradas de los compañeros, con una tez impresionante y un cuerpo que se desarrolló con extrema velocidad. De las que los lunes dicen haber salido el fin de semana con un conocido de la universidad. ¿Ya saben de quién hablo? Seguramente todos tenemos alguna conocida que encaja perfectamente con la descripción anterior.

Pues bien, el patrón marca una sola historia para esas personas. Cuando se hacen un poco más grandes pierden confianza en sí mismas debido a que su piel se ha manchado un poco y han subido de peso debido al hijo que tuvieron con el chavo del jetta rojo, lentes de sol y cabello peinado en forma extravagante. Generalmente se sienten apegadas a sus recuerdos y remembranzas. Es en ese momento donde se encuentran de frente con un golpe emocional tal que resulta complejo salir de él, esto es, dentro de los recuerdos pre-universitarios se les viene a la mente aquel que cuando la veía bajaba la cabeza, el mismo que le dejó una rosa en su lugar…en fin, aquel del que se burlaba por estar enamorada de ella.

Así podría seguir enunciando muchas características, no obstante el punto es que las personas que se dejan llevar por las cuestiones materiales y peor aún por las primeras impresiones están destinadas al fracaso. La cuestión es conocer a una persona de manera inteligente, sin prejuicios, sin a prioridades. Claro que esto sólo es recomendable cuando la persona te interesa de alguna manera, si no realmente no vale la pena y es una pérdida de tiempo estar escuchando relatos de antros con cover de cien pesos, carros de revista totalmente modificados, motores de carrera, moda en zara y bershka.

Pues bien, aventurado o no esto fue a lo que llegamos tras treinta o cuarenta minutos de análisis y reflexión.